Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 103
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 103:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Hoy estaba decidida a tener esta conversación con Freya, sin importar los obstáculos.
Una vez.
Dos veces.
Luego, repetidamente, sin cesar.
El timbre siguió sonando insistentemente hasta que Freya finalmente lo desactivó.
Sin embargo, no había previsto la determinación inquebrantable de Ashley. Al darse cuenta de que el timbre ya no funcionaba, Ashley recurrió a golpear con el puño la puerta de madera.
Este edificio tenía dos apartamentos por planta, y Freya era muy consciente de la proximidad de sus vecinos.
Preocupada por causar molestias, volvió a abrir la puerta a regañadientes, con la paciencia casi agotada.
—¿Qué quieres exactamente?
Si hubiera previsto estas complicaciones, quizá habría comprado también el apartamento contiguo.
—Solo quiero hablar. Ashley abandonó su fingida amabilidad y miró directamente a Freya a los ojos.
Freya irradiaba un aura inconfundible de fuerza y seguridad en sí misma. «No tengo nada que discutir con alguien que se entromete deliberadamente en las relaciones establecidas de los demás».
«Si hablamos de entrometerse, tú eres la que se ha interpuesto entre Kristian y yo». Ashley había abandonado por completo su fingida vulnerabilidad y declaró con absoluta convicción: «Si no hubieras aparecido de repente en nuestras vidas, Kristian y yo ya estaríamos criando a nuestro hijo juntos».
Freya descartó cualquier deseo de discutir con Ashley. «Claro, tienes razón».
Ashley sintió que sus palabras se desvanecían en el vacío. Nunca antes había conocido a alguien como Freya.
«No te imagines que el generoso acuerdo de divorcio de Kristian indica ningún tipo de apego emocional. En realidad…».
Ashley contuvo una poderosa oleada de furia que amenazaba con destrozar la compostura exterior de Freya. ¿Por qué Freya proyectaba constantemente un aire de superioridad durante sus interacciones cuando ella misma se sentía completamente ignorada?
La atención de Freya se vio bombardeada por la charla incesante de Ashley. Por primera vez, descubrió a alguien que la irritaba hasta tal punto.
Antes había considerado a las mujeres los seres más encantadores que existían, sin duda era el caso de su hermana y sus amigas.
Ahora, sin embargo, contemplaba seriamente la posibilidad de lanzar a Ashley por la ventana más cercana.
—¿Has terminado? —Freya se negó a perder ni un momento más con ella.
Ashley estuvo a punto de perder el control. —¡Freya Briggs!
—Tu conversación no me interesa. Si has venido solo para hablar de cosas sin importancia, lárgate de mi vista.
Freya mantuvo una total indiferencia en todo momento. El nivel intelectual de Ashley estaba muy por debajo del suyo como para merecer una batalla intelectual.
Ashley se sintió profundamente agraviada. La confrontación que había imaginado no se desarrolló así en absoluto. Freya debería haberla desafiado verbalmente, tal vez incluso insultarla físicamente. Solo entonces podría llorar y quejarse a Kristian, poniéndolo en contra de Freya. Esta estrategia eliminaría cualquier preocupación de que Kristian se arrepintiera de su divorcio.
.
.
.