El requiem de un corazón roto - Capítulo 955
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 955:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Encantada de conocerte, Margie», dijo Yvonne, ofreciéndole una sonrisa cálida y sincera que correspondía a la amabilidad de la expresión de Margie.
«He tenido la oportunidad de echar un vistazo a tu currículum, ¡es impresionante! Y haber sido elegida personalmente por el propio Sr. Marsh es todo un logro. Él mismo te asignará tus tareas más adelante», comentó Margie, con evidente admiración.
Yvonne asintió con elegancia y se acomodó en la sala de espera, sintiéndose sorprendentemente a gusto.
A medida que la oficina se iba llenando de empleados, todos moviéndose con determinación, Yvonne observó sus rutinas constantes. Una pizca de envidia cruzó su mente mientras deseaba poder encajar a la perfección en un flujo tan organizado.
«Hola», una voz suave y refinada sacó a Yvonne de su ensimismamiento.
Levantó la mirada y se encontró con los ojos de un hombre que estaba cerca. Tenía rasgos afilados y atractivos, enmarcados por una piel impecable. Su sonrisa era cálida y su voz tenía el tono amable de alguien que había dominado el arte de la amabilidad. Su presencia era tranquilizadora, como una brisa que suavizaba los bordes de un día agitado.
En cuanto sus miradas se cruzaron, él extendió la mano en señal de saludo.
«Hola, soy Yvonne Jiménez», se presentó, levantándose para estrecharle la mano.
«Ethan Marsh», respondió él con un tono cálido y agradable. Con una reverencia cortés, le indicó que tomara asiento y se giró para servirle un vaso de agua.
Ethan sintió una suave emoción al darse cuenta de que era ella. Aquel fugaz encuentro en el hipódromo le había dejado una impresión duradera, que no podía borrar de su mente. Había vuelto todos los días con la esperanza de volver a verla, pero ella nunca volvió a aparecer. ¿Quién hubiera imaginado que acabaría solicitando trabajo en su revista?
—He revisado tu currículum y tus habilidades son impresionantes. ¿Te gustaría trabajar conmigo como asistente? —preguntó Ethan con voz tranquila y sincera mientras colocaba el vaso de agua delante de ella. Su sonrisa seguía siendo cálida, aunque por dentro estaba ansioso por lo que pudiera pasar. Conocer a Yvonne había reavivado en él una chispa que no sentía desde hacía mucho tiempo.
𝓛𝓮𝓮 𝓼𝓲𝓷 𝓵í𝓶𝓲𝓽𝓮𝓼 𝓮𝓷 ɴσνє𝓁𝓪𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝗺
Yvonne tomó el vaso con expresión serena, pero con un ligero tono de decepción en los ojos. —Agradezco la oferta, señor Marsh, pero mi objetivo es trabajar como editora. —Sostuvo el vaso con firmeza, sin apartar la mirada—. He seguido la revista Stylist durante algún tiempo y, aunque la sección de entretenimiento ha tenido mucho éxito, « : la esencia de la naturaleza», el núcleo de su publicación, no ha tenido tan buenos resultados. Me encantaría tener la oportunidad de ayudar a darle un giro si me tiene en cuenta para el puesto».
Ethan la observó atentamente, intrigado por su confianza y su claro sentido de la determinación. Su pasión era palpable y despertó aún más su interés.
«Tienes toda la razón», dijo pensativo. «Desde que se fue el editor anterior, nos ha costado encontrar un sustituto adecuado. Si estás tan interesada como parece, creo que podríamos darte una oportunidad. ¿Qué te parecería hacer unas prácticas con nuestra redactora jefe, Heidi Fuller?».
«¡Gracias!», exclamó Yvonne con voz llena de gratitud sincera, y su rostro se iluminó con entusiasmo.
Ethan hizo un gesto a Heidi para que se acercara y le dio una instrucción en voz baja pero firme. «Heidi, te encargo que guíes a Yvonne. Juntas, seréis los pilares de Nature’s Essence en el futuro».
.
.
.