El requiem de un corazón roto - Capítulo 884
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 884:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Durante un mes, Rachel hizo todo lo posible por mantener todo en orden mientras se acumulaban innumerables problemas en la empresa.
Algunos proyectos que debían salir adelante se vinieron abajo, lo que empeoró aún más la situación.
Cuando la empresa se enfrentó a otra crisis, Rachel dudó durante mucho tiempo antes de llamar finalmente al número.
Brian contestó de inmediato, pero su voz era tranquila y distante, y respondió con una sola palabra: «Hola».
«Soy yo», dijo Rachel, con voz firme pero suave. «¿Podemos vernos?».
«¡Por supuesto!». Ni siquiera preguntó dónde ni cuándo, como si estuviera esperando esa llamada. «Te enviaré la dirección por mensaje en breve».
«De acuerdo».
Rachel eligió una cafetería tranquila para su encuentro. Salió temprano, pensando que tendría que esperar un rato, pero, para su sorpresa, cuando llegó, Brian ya estaba allí.
Al entrar, lo vio de pie, con las manos a la espalda, bañado por la luz del sol, proyectando una suave sombra.
Dos tazas de café humeante estaban sobre la mesa, y su rico aroma llenaba la sala.
Parecía que él también acababa de llegar.
Rachel llamó suavemente a la puerta para indicar su llegada.
Brian se volvió hacia ella, con la mirada tranquila, pero rápidamente desvió la vista tras un fugaz vistazo.
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝒸ø𝗺 disponible 24/7
La echaba de menos más de lo que podía expresar con palabras, pero se contuvo, temeroso de que, si dejaba que se le notara demasiado, ese momento tan esperado se le escapara y la alejara aún más.
—Por favor, siéntate —dijo Brian con un gesto cortés.
—De acuerdo —respondió Rachel con un gesto de asentimiento mientras tomaba asiento.
Brian se sentó frente a ella y dio un sorbo a su café antes de hablar.
—La situación con el Grupo Vance es complicada en este momento. Lizzie aún no es capaz de manejarla por sí sola. Todavía le queda mucho por aprender. Te ayudaré a encontrar un equipo profesional de gestión e para que se encargue de ello, y Lizzie tiene que trabajar para mejorar sus habilidades rápidamente. En tres años, podría convertirse en la líder que la empresa necesita. En cuanto a ti, si estás dispuesta, estoy dispuesto a enseñarte. Puedes volver conmigo, aprender el oficio y, en tres años, tendrás una opción. Podrás volver para ayudar a Lizzie, luchar a su lado o seguir tu propio camino. Decidas lo que decidas, no me interpondré en tu camino».
Rachel levantó la taza y dio un sorbo.
Había imaginado innumerables escenarios para su encuentro, pero ninguno la había preparado para esto. Antes de que pudiera decir una palabra, él ya le había explicado todo.
—Gracias —dijo con sinceridad—. Y por favor, dale las gracias al Sr. Riley por su ayuda. Pero… ¿qué quieres a cambio? O mejor dicho, ¿qué esperas que te devuelva?
.
.
.