El requiem de un corazón roto - Capítulo 820
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Capítulo 820:
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Natalia había sido criada por un padre muy protector y estaba protegida de las duras realidades de la vida. Su perspectiva era simple y directa, y a menudo llevaba sus emociones a flor de piel.
«Natalia, dime la verdad. ¿Qué pasa con estas joyas?»
Las palabras salieron de la boca de Natalia, presa del pánico.
«Lo siento mucho, Rachel. No quería engañarte. Brian y yo queríamos regalarte algo por tu cumpleaños. Yo elegí las joyas y él las pagó. Le preocupaba que no la aceptaras si sabías que era de él, así que la envió a mi nombre».
Rachel cerró el joyero en silencio y volvió a mirarlo antes de devolvérselo a Natalia.
«Devuélveselo y dile que no lo necesito».
«Rachel…» Natalia temblaba de miedo. No estaba acostumbrada a esta faceta de Rachel. Extendió la mano y se aferró a su brazo.
«Sé que estás enfadado, y tienes razón al culparme. Puedes pegarme, regañarme… haz lo que quieras. Pero no te muestres tan frío y distante. Me asusto más cuanto más frío eres».
Rachel liberó lentamente su brazo.
«No te estoy culpando, Natalia. Te veo como una chica encantadora e inocente. Eres como una hermana para mí. Pero espero que no le ayudes a engañarme otra vez. Brian y yo terminamos hace mucho. No puedo aceptar algo tan caro de él, ni siquiera como regalo. No quiero deberle nada».
Natalia asintió con seriedad.
«Vale, vale. Lo comprendo. Lo devolveré enseguida».
Fue entonces cuando Rachel se dio cuenta de que Natalia parecía estar en conflicto por otra cosa.
«¿Hay algo más que quieras decirme?»
«Yo… Bueno… Por favor, prométeme que no te enfadarás».
«Sólo dime lo que es».
«Ayer, un cliente te organizó una gran fiesta de cumpleaños, ¿verdad?»
«¿Cómo lo sabes?»
Pero a Rachel se le ocurrió la respuesta en cuanto formuló la pregunta.
«Eso también lo hizo él, ¿no?»
«Rachel, te juro que no tuve nada que ver. Estaba buscando a Brian y le oí hablando con Ronald…»
«Está bien, lo entiendo. Gracias por decírmelo, Natalia».
«Bueno, voy a devolver esto ahora.»
Natalia estaba casi en la puerta cuando Rachel la llamó.
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