El requiem de un corazón roto - Capítulo 723
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Capítulo 723:
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«Pero eso no te da derecho a engañarla», dijo Brian con frialdad. Sus ojos se ensombrecieron y se acercó un paso. «Trey, tienes una mujer y una hija. No hagas daño a Rachel. Si lo haces…» Su voz bajó a un tono escalofriante. «No te lo perdonaré».
Trey soltó una risita baja y amarga, con la mirada llena de desdén. «Después de todo este tiempo, sigues sin entenderla. Lo único que puedo decirte es que, pase lo que pase, no le haré daño».
«Entonces aléjate», replicó Brian, con voz firme. «No la arrastres a rumores y escándalos».
Trey no dijo nada, pero su silencio estaba cargado de ira y frustración.
«¡Trey, contéstame!» La voz de Brian se alzó, exigiendo una respuesta.
Trey le miró, pero permaneció indiferente. «No tengo nada que decir».
Para Brian, esas palabras no eran sólo una respuesta: eran despectivas, impacientes, una negativa a reconocer la verdad.
Su paciencia se había agotado. Sin pensárselo dos veces, cerró el puño y, al segundo siguiente, lanzó un puñetazo que dio de lleno en la nariz de Trey.
Pero Trey ya no era el mismo de antes. Apretó el puño y se negó a echarse atrás.
En la playa, los dos se enfrentaron, intercambiando golpes sin vacilar. Cada puñetazo era rápido, cada movimiento calculado, ninguno de los dos se contenía mientras luchaban por dominar al otro.
Al poco tiempo, ambos estaban heridos, con las caras hinchadas y magulladas.
A Trey le sangraba la nariz, tenía un corte en el labio y un ojo hinchado. Brian no tenía mejor aspecto: tenía la cara llena de moratones. Lucharon en la arena, ninguno dispuesto a retroceder a pesar de las heridas.
«¡Papi!»
La voz de Estella sonó de repente, devolviéndolos a la realidad. Pero incluso entonces, sus brazos siguieron luchando entre sí.
Brian estaba furioso, convencido de que Trey había traicionado a Rachel al estar con ella cuando aún tenía mujer e hija.
Por otro lado, Trey hervía de rabia por los años de dolor y traición que Brian había causado a Rachel.
Como ambos no estaban dispuestos a ceder, el enfrentamiento se hizo más intenso.
Layla se acercó con Estella en brazos. Al verlos pelear, entró en pánico y gritó: «¡Cariño!».
Trey la miró y dijo rápidamente: «Cariño, llévate a Estella. No te preocupes por mí».
La forma en que se hablaban dulcemente hizo que Brian se enfadara aún más.
«¡Trey, cabrón! ¿Acaso te importa Rachel?» Brian estalló.
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