El requiem de un corazón roto - Capítulo 708
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Capítulo 708:
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Norton sonrió satisfecho. «El hotel está completo. No quedan habitaciones». Típico. Siempre tenía una excusa.
Como ya había ganado esta ronda, lo dejó pasar.
Mareada por el vino, Yvonne dejó caer los párpados mientras se tambaleaba hacia la cama.
Pero antes de que pudiera alcanzarlo, Norton la levantó y se la llevó.
A la mañana siguiente, se despertó y se encontró en la cama con Norton. Peor aún, en algún momento de la noche, habían acabado envueltos en los brazos del otro.
Alarmada, apartó las manos y se levantó de la cama.
Después de presenciar lo que ocurrió entre Brian y Rachel, Yvonne vio las cosas con más claridad. Una mujer tenía que quererse a sí misma, no podía depender del amor de un hombre.
Su relación con Norton no se basaba en el amor, era simplemente un matrimonio de conveniencia.
Antes creía que, mientras no hubiera conflictos, con ser su esposa bastaba. Después de todo, tenía dinero y estatus.
Pero ahora comprendía que un matrimonio sin amor era como el agua estancada, destinada a pudrirse.
Se repetía a sí misma: mantente alerta, mantente independiente. Y lo que es más importante, siempre dispuesta a marcharse.
En cuanto el avión aterrizó, Brian ya estaba allí, esperando.
Su presencia no era casual: había venido con un propósito, e Yvonne sabía exactamente cuál era.
A diferencia de antes, no intentó escapar ni esquivarle. En lugar de eso, se enfrentó a él con una expresión ilegible, serena y completamente tranquila.
«Si quieres encontrar a Rachel, responde una pregunta primero».
«De acuerdo», aceptó Brian sin vacilar.
«Cuando la encuentres, ¿qué es lo primero que harás?»
Los ojos de Brian eran firmes mientras respondía. «Ámala, protégela y compensa todo lo que hice mal. La trataré cien veces mejor».
Una pequeña sonrisa de complicidad se dibujó en los labios de Yvonne. «Brian, sigues equivocándote», dijo en voz baja.
«¿Crees que el amor consiste sólo en tratarla bien? ¿Enmendar el pasado? El amor no es eso. Cuando finalmente entiendas cómo amarla de la manera correcta… tal vez entonces, podrás volver a verla».
Brian abrió la boca para discutir, pero Yvonne le cortó.
«Esto es lo que diré: Rachel no está lejos de ti. De hecho, está más cerca de lo que crees. Pero si sigues forzando las cosas, buscando desesperadamente, sólo la alejarás más. Y entonces, la perderás para siempre. Piénsalo».
Las palabras de Yvonne golpearon a Brian como un duro golpe de realidad.
Se quedó clavado en el sitio, con la mente en blanco, incapaz de formar una sola palabra. Era como si el peso de sus palabras le hubiera privado de la capacidad de responder.
No fue hasta que Yvonne desapareció en la distancia cuando Ronald finalmente preguntó: «Señor, ¿debemos detenerla?».
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