El requiem de un corazón roto - Capítulo 700
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Capítulo 700:
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Rachel se quedó paralizada. Tras una larga pausa, finalmente habló, con la voz temblorosa por la incredulidad. «¿Cuándo… cuándo ocurrió esto?»
«Hace tres días».
¿Tres días? Carol había estado fuera tres días enteros, y sólo ahora se enteraba. La culpa le pesaba en el pecho.
Se hundió en el suelo, cubriéndose la cara mientras las lágrimas caían sin control. El dolor en la habitación era tan intenso que hasta Yvonne podía sentirlo.
Yvonne se arrodilló a su lado, rodeándola con sus brazos. «Lo siento mucho. Estaba de viaje de negocios y, después de pelearme con Norton, lo bloqueé. Hoy me he enterado de lo de Carol. Sabía lo mucho que significaba para ti, así que vine directamente aquí».
Entre sollozos, Rachel intentó tranquilizarla. «No es culpa tuya… Es culpa mía. Quería visitar a Carol, pero lo fui posponiendo. Ahora es demasiado tarde. Ni siquiera pude despedirme».
Una vez pasada la oleada inicial de dolor, se recompuso lentamente. Se secó la cara y se volvió hacia Yvonne. «¿Dónde está ahora? Necesito verla, al menos una última vez».
«Ella ya ha sido enterrada. Rachel, piénsalo bien. Si vas, podrías encontrarte con Brian».
«Saldremos ahora y llegaremos alrededor de la medianoche. Para entonces, Brian debería haberse ido. Y si, por casualidad, nos lo encontramos…». Rachel dudó, luego respiró hondo. «Entonces nos ocupamos de él. Pero tengo que despedirme de Carol».
Viendo lo firme que estaba Rachel, Yvonne cedió. «De acuerdo, voy contigo.»
Cuando llegaron al cementerio, empezó a llover.
El cementerio estaba silencioso y oscuro, con el único sonido de las gotas de lluvia golpeando las hojas.
Rachel e Yvonne se adelantaron, siguiendo el tenue resplandor de las farolas. Después de caminar unos diez minutos, Yvonne señaló hacia adelante. «Rachel, es aquí».
Rachel se precipitó hacia delante, casi tropezando en su precipitación.
Bajo el suave resplandor de las luces, pudo distinguir el nombre grabado en la piedra. Era el nombre de Carol.
Rachel no pudo contenerse más. Cayó de rodillas, con lágrimas cayendo por su cara.
«Carol, lo siento mucho. De todos, yo fui la que más te defraudó», dijo Rachel, con la voz temblorosa. «Siempre te preocupaste por mí, me cuidaste y me trataste como de la familia, pero yo…».
sollozó Rachel. «Nunca pude verte por última vez. Lo siento muchísimo. Pero no te preocupes, estoy viva, estoy sana y te juro que viviré mi vida al máximo. Me cuidaré, te lo prometo», susurró.
Seguía inclinándose una y otra vez, mientras la lluvia empapaba sus ropas hasta que se le pegaban como una segunda piel. Un pequeño corte en la frente goteaba sangre, y el rojo se mezclaba perfectamente con la lluvia que caía.
Tenía la cara completamente mojada, era imposible saber si por las lágrimas o por el chaparrón. Sin embargo, a pesar de todo, se negó a marcharse.
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Nota de Tac-K: Linda tarde queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ( • ᴗ – ) ✧
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