El requiem de un corazón roto - Capítulo 658
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Capítulo 658:
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Ronald, que había estado esperando al otro lado de la puerta, se preparó y entró.
Brian señaló la gruesa pila de documentos que tenía sobre la mesa. «¿Hay algo más de lo que tengas que informar aparte de todo esto?».
«No, señor. Todo está ahí».
Una resolución gélida apareció en los ojos de Brian. «¡Llama a la policía!», ordenó.
Brian estaba decidido a llevar a Neal y Tracy ante la justicia, costara lo que costara.
Por mucho que Brian despreciara a Neal, lo que más odiaba era a Tracy. Sus acciones eran más que despreciables, y no había nada que ella pudiera hacer para redimirse a sus ojos.
Teniendo en cuenta su relación anterior, Brian había sentido verdadera simpatía por ella cuando hablaba del sufrimiento que había tenido que soportar en su matrimonio. Diablos, incluso se sintió herido en su nombre.
Tracy le había hecho innumerables peticiones y él había hecho todo lo que estaba en su mano para satisfacerlas. Rara vez la había rechazado.
Hoy por fin se ha enterado de que ella había estado mintiendo todo el tiempo. Había mentido sobre todo: sobre los abusos de Neal, sobre su encarcelamiento y sobre el odio y las represalias que sentía hacia ella.
Desde que Brian había vuelto a cruzarse con Tracy, todo lo que ella le había contado no había sido más que una invención. Había creído tontamente que la rescataba de un destino terrible, sólo para descubrir que había caído en su intrincada red de engaños. Ella llevaba años tramando e intrigando.
Era todo tan absurdo.
Lo que le enfurecía aún más era el hecho de que Tracy hubiera involucrado a un niño inocente. Ella era la única autora intelectual del secuestro y su principal objetivo había sido alejarlo de él. Había conseguido sabotear su boda con Rachel y causarle un gran dolor al amor de su vida.
Ahora tenía sentido por qué el momento del secuestro había sido tan preciso. Habían recibido la noticia justo cuando la ceremonia estaba a punto de comenzar.
En aquel momento, Brian estaba tan preocupado por la seguridad de Tracy que pasó por alto detalles tan manifiestamente sospechosos.
Al recordar aquel fiasco, se sintió consumido por el arrepentimiento. No podía creer que le hubieran manipulado como a una marioneta.
Cogió su teléfono e hizo una llamada. «Ronald, ponte en contacto con Eric. Dile que se pagó un rescate de cien millones durante el secuestro de Tracy. Esto puede considerarse extorsión. Haz que presente un informe sobre el asunto y asegúrate de que Tracy y Neal paguen un alto precio por sus actos».
«Entendido, Señor.»
Ronald transmitió las instrucciones a Eric, luego fue a la policía y pidió su ayuda para detener a Tracy.
Mucho más tarde, el teléfono de Brian vibró con una llamada inesperada.
Era Tracy.
Brian sabía que llamaba para defender su caso, quizá para convencerle de que la dejara marchar. Ya conocía bien sus tácticas y, cuando llamó por segunda vez, bloqueó su número sin dudarlo.
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