El requiem de un corazón roto - Capítulo 644
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 644:
🍙🍙🍙🍙 🍙
Se quitó la chaqueta y se arremangó, con una postura desafiante.
«Papá», la voz de Brian vaciló, la reticencia clara en sus ojos.
«¡Basta!» Aron rugió. «Si quieres salir por esa puerta, tendrás que derribarme primero».
El puño de Aron salió disparado hacia delante, un golpe rápido y despiadado. Brian se negó a defenderse, absorbiendo el golpe. En la mejilla se le formó un moratón oscuro mientras se limpiaba un hilo de sangre de la comisura de los labios. Su voz se mantuvo firme, pero con un tono de advertencia. «Papá, no me fuerces así».
«¡Basta de excusas!» Aron escupió, dando otro puñetazo.
Debby se precipitó hacia él, agarrándolo del brazo con desesperación. «¡Aron, sigue siendo nuestro hijo! ¿Cómo puedes pegarle así? ¿Quieres matarlo?»
«Quizá sería mejor que estuviera muerto», replicó Aron, con un tono amargo.
Empujó a Debby a un lado y se abalanzó sobre Brian de nuevo, con el puño apuntándole directamente. Esta vez, Brian no se quedó de brazos cruzados. Lo esquivó con sorprendente agilidad, evitando el golpe por los pelos.
La tensión en la sala llegó a un punto de ebullición cuando la conmoción atrajo a una creciente multitud de curiosos. Héctor, Carol y Aron habían dejado de lado la reputación de la familia para defender a Rachel, pero ella no podía permitir que el caos continuara. Había que preservar la dignidad de la familia White y el frágil vínculo entre Aron y Brian.
«¡Para!» La voz de Rachel resonó en medio de la confusión. Aferrándose al dobladillo de su vestido de novia, se precipitó hacia delante, con el corazón encogido pero la determinación inquebrantable.
«Rachel, no te metas», gruñó Aron, volviéndose hacia ella. «Necesito hacerle entrar en razón hoy».
Rachel se interpuso entre ellos y se colocó frente a Brian. Su voz era tranquila y firme, con una compostura casi surrealista. «Gracias. Sé que me estás defendiendo y te estoy muy agradecida por tu amabilidad y tu apoyo. Pero es una decisión que debe tomar Brian. No le obligaré a quedarse y no me interpondré en su camino. Si esto es lo que ha decidido, entonces déjalo ir».
«Pero la boda…» Aron comenzó, su voz se entrecortó mientras lidiaba con la realidad.
«Puedo completar la ceremonia sola», respondió Rachel, firme pero amable. «Ya hemos firmado los papeles. Legalmente, estamos casados».
Una vez que hubo tranquilizado a Aron, Rachel se volvió hacia Brian, con la mirada firme. «Vete».
La voz de Brian estaba cargada de emoción. «¡Rachel, espérame!»
Le vio marcharse, y el dolor de su pecho crecía a cada paso que él daba. En un susurro murmuró: «Pero no puedo esperar más. El momento de esperar ha pasado».
Cuando la figura de Brian desapareció, el recinto se sumió en un silencio incómodo. Sin el novio, la alegría de la ocasión fue sustituida por una sombría tensión.
«Rachel…» La voz de Jeffrey rompió el silencio, con su joven rostro marcado por la preocupación. Abrió la boca para hablar, pero las palabras se le atascaron en la garganta.
Rachel forzó una sonrisa amable y le alborotó el pelo. «Estoy bien, Jeffrey. No te preocupes. ¿Por qué no vas a sentarte?».
«Si no quieres seguir adelante con esto, te llevaré lejos», dijo Jeffrey con firmeza, mostrando su protección.
.
.
.