El requiem de un corazón roto - Capítulo 574
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 574:
🍙🍙🍙🍙🍙
«Todos sabemos lo conectada que está Debby. Si se entera de esto por otra persona, no debería volverse contra mí».
Brian separó el brazo con un movimiento sereno, dirigiendo a Tracy una breve mirada.
«Rachel tiene razón. Esto queda entre nosotros. Entonces, Tracy, ¿eres capaz de mantener esto confidencial?»
Tracy vaciló, con el labio entre los dientes, visiblemente en conflicto. Ahora comprendía perfectamente la trampa que Rachel le había tendido, acorralándola hábilmente.
Cuando Tracy vaciló, Brian se volvió hacia Rachel.
«Te he hecho una promesa y pienso cumplirla. No tienes nada que temer. Incluso si mi madre se entera de esto, no afectará a la situación. Eric está actuando en mi nombre, no en el de ella».
La declaración de Brian se sintió como un fuerte reproche a Tracy.
«¡Gracias!» Rachel expresó su gratitud sinceramente.
Brian miró entonces la manzana que había sobre la mesa.
«Me gustaría esa manzana».
Tanto Tracy como Rachel reaccionaron al instante, llevando sus manos hacia la manzana que Brian les había indicado al mismo tiempo.
Sorprendentemente, era la última manzana que quedaba en el cuenco.
«¡Ya lo tengo!» Sus voces se superpusieron mientras ambos se ofrecían voluntarios.
«Rachel, no hace falta que te molestes. Yo me encargo», dijo Tracy, cogiendo la manzana con una cálida sonrisa.
Peló y cortó la manzana en gajos y se acercó a Brian para darle de comer.
«Brian, ¿qué tal sabe? ¿Es dulce la manzana?», preguntó con voz dulce.
Brian lanzó una rápida mirada a Rachel antes de responder,
«Es muy dulce. ¿Dónde encontraste manzanas tan buenas?»
«Yo mismo los seleccioné cuidadosamente. Me alegra saber que lo disfrutaste».
Acomodándose junto a Brian, Tracy siguió dándole rodajas de manzana, mostrando los gestos cariñosos de un compañero devoto. Mientras conversaban, un chiste provocó una sonora carcajada de Tracy.
Para Rachel, parecían completamente enamorados el uno del otro. Comprendió que cuidar de Brian implicaba algo más que satisfacer sus necesidades físicas: era una prueba de su resistencia emocional. Durante días, estaría sometida a los intercambios íntimos entre él y Tracy.
Cuando la manzana hubo desaparecido, Tracy se acercó con una sonrisa confiada.
«Disculpa, Rachel, pero no pude contener mis sentimientos después de ver a Brian despierto. Le he echado mucho de menos. Si nuestra cercanía es demasiado para ti, quizás quieras salir a tomar un poco el aire».
Rachel asintió. Necesitaba un descanso para despejar la mente.
Justo cuando estaba a punto de salir, Brian la llamó,
«¿No prometiste cuidarme tú mismo? ¿Qué te pasa? ¿Ya es demasiado para ti?»
Rachel vaciló, mordiéndose el labio antes de volver a entrar.
Ronald había preparado la cena, asegurándose de que incluyera alimentos adecuados a las necesidades dietéticas de Brian.
.
.
.