El requiem de un corazón roto - Capítulo 426
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Capítulo 426:
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«¿Eh?». Tracy no tuvo ni un segundo para reaccionar antes de que Rachel la empujara hacia la piscina.
Se oyó un fuerte chapoteo cuando Tracy cayó al agua, pero no se hundió sola.
En un último intento, agarró el brazo de Rachel y la tiró también al agua. En el momento en que Rachel tocó el agua, el pánico se apoderó de ella. Los recuerdos de su trauma infantil, de cuando casi se ahoga, volvieron a su mente. El miedo la paralizó, dejándola sin aliento antes de que pudiera pedir ayuda. Su cuerpo se hundía rápidamente, el agua la envolvía por completo. El mundo se volvió oscuro, arrastrándola a un abismo sofocante.
Tracy, sin embargo, gritó presa del pánico. «¡Brian! ¡Ayúdame!».
Brian giró la cabeza al oír su voz.
En ese momento, un camarero corrió hacia la piscina y se zambulló sin pensarlo dos veces.
Era el que estaba más cerca de Natalia.
Brian señaló a Natalia y le gritó órdenes. «¡Sácala primero! ¡Sálvala!».
—¡Entendido! —respondió el camarero y nadó rápidamente hacia Natalia. Mientras tanto, Brian se dio la vuelta y se abrió paso a través del agua hacia Tracy.
Su mano herida le ardía en el agua, pero soportó el dolor y se negó a reducir la velocidad.
—¡Tracy, quédate ahí! ¡Ya voy!
Rachel, por su parte, seguía hundiéndose cada vez más.
Su mente se nublaba, los límites de su conciencia se difuminaban. Sin embargo, al oír la voz de Brian, abrió los ojos con fuerza y miró hacia arriba.
Y en ese instante, cualquier esperanza que le quedaba desapareció. Lo vio: sus brazos cortaban el agua, nadando con todas sus fuerzas. Pero no hacia ella.
El agua a su alrededor estaba manchada de sangre roja que brotaba de su palma herida.
Lo vio sacar a Tracy del agua y nadar hacia un lugar seguro, sin siquiera mirarla una sola vez.
Se le hizo un nudo en el pecho. Cerró los ojos y su corazón se hizo pedazos.
La gente decía que el oído era lo último que se perdía antes de morir. Nunca le había dado mucha importancia, pero ahora sabía que era cierto. Aunque todo lo demás se desvanecía, aún oía la voz frenética de Brian. «¡Tracy! ¡Despierta! ¡Quédate conmigo!».
En cuestión de segundos, el último hilo de conciencia se desvaneció y el mundo a su alrededor se sumió en un abismo.
Unos diez minutos más tarde, Tracy, sintiendo que era el momento adecuado, abrió lentamente los ojos.
No era una buena nadadora, pero podía arreglárselas.
Para que pareciera que no sabía nadar, había tragado un poco de agua a propósito, lo justo para que fuera creíble, pero no tanto como para que fuera peligroso.
Por suerte, todo había salido tal y como había planeado. Brian se había apresurado a salvarla sin pensarlo dos veces. En realidad, ella nunca había perdido el conocimiento.
Simplemente había esperado el momento oportuno antes de abrir los ojos.
Y ahora, después de diez minutos, Rachel no habría aguantado más. Nadie podía aguantar la respiración tanto tiempo.
Para todos, ella era la víctima.
Todo el incidente había quedado grabado en cámara: Rachel empujándola a la piscina.
Ella era la afortunada superviviente, mientras que Rachel había sellado su propio destino ahogándose en las profundidades.
Sin Rachel en escena, Brian sería suyo: no habría más obstáculos, ni más competencia.
¿Y Natalia? Tracy ni siquiera la veía como una rival.
Satisfecha con su plan, Tracy finalmente abrió los ojos y puso una mirada de terror mientras se aferraba a Brian. —¡Brian, qué miedo!
—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño? —preguntó Brian con voz llena de preocupación.
Tracy negó con la cabeza suavemente. —Ahora estoy bien… pero Rachel… ¿la han salvado?
Los ojos de Brian se abrieron con incredulidad y sus labios temblaron incontrolablemente.
Su corazón se encogió dolorosamente, como si hubiera dejado de latir. «¿Qué? ¿Qué acabas de decir? ¿Rachel sigue en la piscina?».
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Nota de Tac-K: Lindo día viernes queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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