El requiem de un corazón roto - Capítulo 400
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Capítulo 400:
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Tracy soltó una risa burlona. «Deja de engañarte. A Brian nunca le gustaste. Si te hubiera gustado, no te habría mantenido en secreto». Cada palabra que pronunciaba Tracy era la cruda realidad.
Y las verdades dolorosas siempre son las que más duelen.
Rachel lo había visto venir y pensó que podría soportarlo, pero oírselo decir en voz alta a Tracy fue como una bofetada en la cara.
Tracy, cada vez más atrevida, se burló. «Rachel, solo has sido una sustituta. Si lo digo de forma suave, eso es lo que eres. Al menos deberías saber cuál es tu lugar. No olvides dónde estás».
El rostro de Rachel se volvió frío en un instante.
Dio un paso adelante y agarró a Tracy por el cuello, con una voz tan fría como el hielo. —Tracy, será mejor que te calles durante un tiempo. Si sigues presionándome, no dudaré en revelar mi relación con Brian. Y cuando eso ocurra, tu pequeño romance de cuento de hadas se convertirá en un escándalo de la noche a la mañana. No serás más que la infame «otra mujer», odiada por todos.
Tracy soltó una risita suave, sin inmutarse lo más mínimo.
—Oh, Rachel… ¿De verdad crees que alguien te creerá? Simplemente pensarán que estás amargada y que te inventas historias porque no soportas verme con él.
Los labios de Rachel se curvaron en una lenta sonrisa cómplice. —¿Ah, sí? ¿Y si Carol da fe de mí? ¿Y si les enseño nuestros anillos de boda y las invitaciones?
La sonrisa burlona de Tracy se desvaneció. Su confianza comenzó a resquebrajarse y, al darse cuenta, su rostro se ensombreció.
—No me asusto tan fácilmente.
Rachel la miró a los ojos sin vacilar. —Si estás tan segura, adelante, comprueba que no es más que un farol. No tengo nada que perder.
Dicho esto, se dio media vuelta, sin querer perder ni un segundo más en aquella conversación.
Pero Tracy no había terminado. Extendió la mano y agarró a Rachel por la muñeca.
Rachel instintivamente retiró la mano y, en esa fracción de segundo, se oyó un sonido agudo, claro y estrepitoso, como el de un cristal frágil al golpear el suelo.
Giró la cabeza justo a tiempo para ver lo que estaba pasando. La bandeja de un camarero se había volcado, haciendo que los vasos se estrellaran contra el suelo y se hicieran añicos. Y en medio del desastre estaba Tracy.
Había caído de forma torpe y su elegante vestido blanco estaba ahora hecho un desastre. Su peinado, cuidadosamente elaborado, estaba deshecho y tenía mechones cayéndole sobre la cara. Los cristales rotos brillaban bajo las luces mientras se esparcían a su alrededor, algunos incluso cayendo sobre su vestido y su piel.
Pero en lugar de llorar, puso una mirada delicada y triste, interpretando a la perfección el papel de damisela en apuros.
Rachel nunca podría competir con ella en ese juego. ¿Fingir ser frágil e inocente? Solo pensarlo le daba náuseas.
—Rachel, lo siento. No debería haberte detenido. Sé que no lo hiciste a propósito —murmuró Tracy, mordiéndose el labio, con los ojos llenos de comprensión.
Rachel no dijo nada y se limitó a observar su pequeña actuación.
Entonces, alguien entre la multitud exclamó: «¡Está sangrando! ¡Tracy está sangrando!».
Todas las miradas se dirigieron inmediatamente al suelo.
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Nota de Tac-K: Linda tarde queridas personitas, espero les gustarán los nuevos capítulos, nuevos estrenos de novela en unas horas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)
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