El requiem de un corazón roto - Capítulo 317
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 317:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Después de caminar un rato, Rachel finalmente exhaló, sintiendo que le quitaban un peso del pecho.
Poco después, sonó su teléfono. Samira la llamaba para informarle de que Ronald había entregado personalmente los documentos firmados en su oficina. «De acuerdo, lo tengo», respondió Rachel, dándose cuenta de que a veces perder los estribos tenía beneficios inesperados.
Con el asunto de los documentos finalmente resuelto, Rachel volvió a centrar su atención en ayudar a Jeffrey a conseguir un empleo.
Tras el incidente anterior en el trabajo y la complicada dinámica entre ella y Brian, le había dado a Jeffrey un tiempo para que se alejara de la búsqueda de empleo.
Durante ese intervalo, consultó a varios expertos para desarrollar una formación especializada adaptada a la situación particular de Jeffrey.
Ayer mismo, Eric se puso en contacto con ella para recomendarle varias empresas prometedoras. Dado que estas recomendaciones procedían de un abogado respetado del calibre de Eric, Rachel confió en que se tratara de establecimientos de renombre. Se dedicó a investigar a fondo estas empresas y a ayudar a Jeffrey a prepararse de forma eficaz, con la esperanza de que tuviera éxito en las próximas entrevistas.
Esa noche, Rachel trabajó pacientemente con Jeffrey en diversas habilidades profesionales, desde el dominio del idioma hasta competencias laborales específicas. Al terminar la tercera ronda de prácticas, asintió con satisfacción. «Ya es suficiente por hoy, Jeffrey. Se está haciendo tarde, deberías descansar. Mañana tenemos varias entrevistas programadas».
«¿Me acompañarás?», preguntó Jeffrey con un tono de vulnerabilidad en la voz.
Rachel asintió con tranquilidad. «Por supuesto, estaré allí contigo».
«¡Es genial tenerte cerca!», exclamó Jeffrey con entusiasmo infantil.
Rachel le acarició la cabeza con cariño. «Muy bien, hora de dormir».
A la mañana siguiente, después de desayunar, Rachel y Jeffrey salieron hacia la primera entrevista. La primera empresa era la que más le había impresionado a Rachel durante su investigación, por lo que abordó la situación con mucha ilusión.
Antes de que Jeffrey entrara en la sala de entrevistas, Rachel le dio un puñetazo de ánimo, un gesto silencioso de apoyo. Él le devolvió una cálida sonrisa. —Lo haré lo mejor que pueda.
Mientras Jeffrey participaba en la entrevista, Rachel esperaba fuera, con las manos fuertemente entrelazadas. Se dio cuenta de que estaba más nerviosa que si fuera ella la candidata que estaba siendo evaluada.
Aproximadamente quince minutos después, Jeffrey salió de la sala. Rachel se acercó rápidamente a él, a punto de preguntarle por el resultado, pero se detuvo al observar su expresión abatida. Sin intercambiar palabras, le tomó suavemente la mano y salieron juntos del edificio.
Una vez fuera, la cálida luz del sol bañó el rostro de Jeffrey, proporcionándole un suave consuelo físico. Se volvió hacia Rachel con mirada interrogativa. «Rachel, ¿por qué no me has preguntado por el resultado?».
«Porque ya entiendo algo importante: independientemente del resultado, sin duda lo has dado todo. El fracaso no es algo que debamos temer; simplemente significa que debemos seguir intentándolo hasta que lo consigamos».
Jeffrey asintió con renovada determinación. «Entonces, ¿pasamos a la siguiente empresa?».
.
.
.