El requiem de un corazón roto - Capítulo 1069
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1069:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Norton se alejó de la ventana y se hundió en el sofá, tratando de calmar su corazón acelerado.
En el momento en que Yvonne entró por la puerta, vio a Norton sentado en el sofá, con una expresión indescifrable.
Recordando cuánto tiempo había esperado por ella antes, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Dio unos pasos hacia él.
—¿Me has esperado mucho hoy? —preguntó con delicadeza, observando su perfil distante.
Norton no volvió la cabeza. No dijo nada.
Se instaló un silencio incómodo entre ellos. Ella dudó y volvió a preguntar, esta vez en voz más baja: —¿Por qué no me has esperado como siempre?
Los ojos de Norton se posaron en el teléfono que descansaba sobre la mesa, aunque la mantenía en su campo de visión periférico.
Sintiendo el peso de su silencio, Yvonne se acercó más, pero eso finalmente provocó una respuesta.
Norton se volvió hacia ella con tono gélido. —Tenía algo urgente que hacer —dijo secamente—. Por eso me fui temprano.
Yvonne asintió levemente, pero no dejó de caminar. Su respuesta tranquila pareció inquietarlo.
Él apretó los puños, tratando de reprimir la frustración que crecía en su interior. —¿Cómo has llegado a casa? —preguntó con voz baja pero cortante.
Yvonne se detuvo. Había pensado decir la verdad, pero entonces recordó cómo él había malinterpretado las cosas antes. Su reacción explosiva cuando se trataba de Ethan. Pensó que tal vez era mejor simplificar las cosas.
—Tomé un taxi —respondió ella.
𝒄𝒐𝒏𝒕𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒑𝒊𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 ɴσνє𝓁α𝓼𝟜ƒ𝒶𝓃.c0m
—¿Ah, sí? —Norton se puso de pie, con la mirada aguda—. ¿Desde cuándo Ethan Marsh es taxista?
Yvonne se quedó paralizada. El corazón le dio un vuelco. Debía de haberla visto subir al coche de Ethan, no era de extrañar que se comportara así.
Abrió la boca para explicarse, pero él no le dio oportunidad. Sin decir nada más, se dio la vuelta y subió las escaleras.
Yvonne se dejó caer en el sofá, sintiendo el cansancio del día apretándole el pecho.
Había trabajado sin descanso, solo para llegar a casa y encontrarse con esto… frialdad, silencio y sospechas.
Cogió el mando a distancia y empezó a cambiar de canal, tratando de distraerse, pero nada en la televisión conseguía captar su atención. Sus pensamientos seguían volviendo a Norton: su expresión, su tono, la forma en que se había marchado.
De repente, sonó el timbre, sacando a Yvonne de sus pensamientos.
Levantó la vista mientras Zola iba a abrir.
Era el chófer de Norton.
.
.
.