El requiem de un corazón roto - Capítulo 1040
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1040:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Dentro, Norton estaba sentado en el sofá, con expresión sombría.
Verlo le trajo recuerdos de aquella mañana, de la fría confrontación con Shelly. Pero esa noche, Yvonne no tenía ganas de discutir. Su buen humor era demasiado valioso como para desperdiciarlo. Puso los ojos en blanco y se dirigió directamente a las escaleras.
—Yvonne. Norton la había estado observando con el rabillo del ojo, esperando a que dijera algo, lo que fuera. Pero ella pasó de largo sin decir nada, sin mirarlo.
Yvonne actuó como si no la hubiera oído, sin siquiera detenerse.
—Yvonne —repitió él, frotándose las sienes mientras la frustración se apoderaba de él. Pero cuando se levantó, ella ya había cerrado la puerta de su dormitorio con llave.
Ella oyó que la llamaba, pero lo ignoró. No tenía fuerzas para lidiar con él esa noche.
Todas las noches, después del trabajo, él se acercaba a ella, pero durante el día se pegaba a Shelly. ¿Cómo se las arreglaba para hacer todo eso?
Haciendo caso omiso de todo, buscó en el armario su camisón blanco de seda favorito y se dirigió a la ducha.
Adoraba ese camisón, aunque apenas lo había usado desde que lo compró. Elegante y atrevido, tenía la espalda abierta y un escote en V que insinuaba un toque de seducción.
Se lo puso después de la ducha, sintiéndose un poco más ella misma. Pero al salir del baño, se quedó paralizada. Norton estaba sentado en su habitación.
—¿Qué haces aquí? ¿Y por qué no has llamado? —espetó, mirándolo con ira, con voz teñida de enfado e impaciencia.
Solo disponible en ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.ç𝓸𝗺 con sorpresas diarias
—He llamado. Y no te olvides: ya te lo dije ayer, tengo una llave —respondió él con calma, bajando la mirada hacia el camisón.
Estaba hermosa, sin esfuerzo. La suave tela se ceñía a sus curvas, discreta pero indudablemente seductora. El escote en V revelaba lo justo para alimentar su imaginación.
Se maldijo en silencio por haber olvidado la llave. —¿Qué quieres? Si no es nada importante, me voy a la cama. —Se sentó en el tocador y se aplicó un poco de crema en las mejillas, con tono seco y tajante.
Norton se acercó y se colocó detrás de ella. —¿Así que ahora no puedo entrar si no tengo una razón?
Le puso una mano en el hombro. Su piel estaba cálida bajo su tacto.
Yvonne se levantó bruscamente y lo apartó. Lo miró con frialdad. —Si no hay nada más, me gustaría dormir.
—Acaba la leche —dijo él, señalando el vaso que había en la mesita de noche.
Tomó unos sorbos, sin apenas saborearlo, y luego lo dejó sobre la mesa.
«Ya está, ¿contento? Me voy a dormir», dijo, metiéndose en la cama y tapándose con las mantas.
.
.
.
Nota de Tac-K: Lindo fin de semana queridas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (˵ •̀ ᴗ – ˵ ) ✧
.