El regreso de la heredera adorada - Capítulo 1311
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Capítulo 1311:
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«Esta es la situación: se habla de una curandera, una doctora llamada Mia, cuyas habilidades médicas rozan lo sobrenatural. Estoy pensando en invitarla en nombre de la región militar para que trate las dolencias persistentes del comandante. Sin embargo, conseguir los servicios de Mia resulta complicado. Aunque ella podría ser la única capaz de curar tanto las dolencias del comandante como tus heridas, tu situación actual plantea un dilema… Mientras el comandante mantenga su cargo, tu orden de confinamiento seguirá siendo inquebrantable».
En aquellos días, el desafío de Rocco al protocolo militar le había valido la degradación y el encarcelamiento en este lugar, condenado a estar bajo vigilancia permanente, con un brazalete de seguimiento que le recordaba constantemente su cautiverio. Esta fortaleza se había convertido en su jaula: ni él podía salir, ni los demás podían entrar.
La presencia de Elton solo se justificaba por su autorización para acceder a las imágenes de vigilancia, por lo que no le preocupaban las posibles consecuencias.
Cuando Rocco comprendió la situación, arqueó las cejas con repentina curiosidad y estudió a Elton con renovado interés.
—Elton, ¿qué te hizo Denby? ¿De verdad estás dispuesto a orquestar la caída de tu mentor, el hombre que te elevó a tu posición actual, solo para usurpar su puesto? ¿Y te atreves a acercarte a mí con esta propuesta?
—Dado el deterioro de la salud del comandante, la jubilación le vendría mejor.
Las palabras de Elton rezumaban fría calculadora, desprovistas de remordimiento, lo que provocó que Rocco lo observara con prolongada fascinación.
Sin embargo, tal y como había evaluado Elton, el prolongado confinamiento había dejado a Rocco inquieto y desafiante. Era diferente de Denby.
Denby procedía de una prestigiosa familia militar y era el ejemplo perfecto de un oficial bien educado.
Rocco, sin embargo, había luchado desde la nada, escalando peldaño a peldaño hasta convertirse en general de su propio regimiento, arriesgándolo todo por el camino.
Mientras que Denby se alistó en el ejército para perseguir sus sueños, Rocco lo hizo simplemente para sobrevivir y hacerse lo suficientemente fuerte como para que nadie pudiera volver a pisotearlo.
En su mejor momento, la destreza militar de Rocco era legendaria.
Sus victorias en el campo de batalla le abrieron el camino hacia la gloria, y cada triunfo aumentaba su creciente reputación mientras forjaba su regimiento hasta convertirlo en una formidable fuerza de combate.
Pero cuando terminó la guerra y el ejército comenzó a reorganizarse, todo cambió.
Rocco tuvo dificultades con las tareas en tiempos de paz y se quedó constantemente rezagado con respecto al regimiento vecino que se había unido a ellos.
Al ver este problema, los altos mandos decidieron fusionar los dos regimientos y pidieron a ambos líderes que trabajaran juntos para dirigirlos. Pero Rocco estaba acostumbrado a estar al mando. No podía soportar ser el segundo al mando de Denby, por lo que su ambición pudo más que él. Cometió un terrible error que le costó ambas piernas.
Su grave delito militar debería haberle valido un castigo mucho peor.
Denby, recordando todo lo que Rocco había hecho por su país, intervino y pidió que sus servicios pasados se tuvieran en cuenta a la hora de juzgar sus delitos. Por eso solo fue degradado y confinado.
Pero Rocco no le agradeció a Denby su clemencia.
No veía ninguna esperanza en su vida, atrapado en horas interminables que parecían prolongarse eternamente.
Cada vez que le dolían las piernas, su ira hacia los demás se hacía más fuerte.
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