El regreso de la esposa no deseada - Capítulo 1373
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1373:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Kenji se rió y respondió: «Con esa imaginación, serías mejor novelista que abogado».
Iker respondió sin piedad: «Por desgracia, aquí no encontrarás la absolución que buscas. Valoro cada aspecto de mi relación con mi esposa».
Kenji no encontró palabras para responder.
Iker añadió pensativo: «Igual que tú valoras a Scarlette».
Kenji nunca negó su atracción por Scarlette. Era impresionante, imposible de ignorar. Pero su relación aún era nueva, sin probar. No podía decir con certeza si la chispa entre ellos duraría para siempre.
«Estás pensando demasiado», dijo Iker, observando atentamente a Kenji. «Las dudas son normales. Pero si planeas casarte, debes ser fiel. Sin excusas».
Kenji soltó una risa seca. «¿Qué más da? Esto no es una historia de amor, solo es una alianza matrimonial».
—Eso no cambia las reglas —respondió Iker con firmeza—. Nuestra familia no acepta la infidelidad.
Kenji suspiró. —Tanto tú como nuestro padre os casasteis con las mujeres que amabais. Scarlette y yo no tenemos esa opción. ¿Por qué deberíamos fingir?
Iker frunció el ceño. —¿Scarlette sabe cómo te sientes?
—Por supuesto —dijo Kenji con una sonrisa burlona—. Y créeme, ella no es ninguna santa.
Puede que me engañe antes que yo».
Iker se detuvo, algo hizo clic en su mente. «¿Estás seguro de que no estás malinterpretando las cosas? ¿Y si a Scarlette ni siquiera le gustas?».
Kenji negó con la cabeza. «Está obsesionada conmigo».
«¿Estás seguro?».
«No ves cómo actúa cuando estamos solos…». Kenji se detuvo, dándose cuenta de que estaba hablando demasiado.
Iker se dio la vuelta, con voz fría y desdeñosa.
—Duerme, Kenji. No quiero seguir hablando de esto.
Iker no dudó. —Dijo que le da miedo casarse. Que la agobias y la pones nerviosa. Incluso me preguntó qué tipo de mujeres no te gustan, para poder actuar como ellas.
Kenji lo miró sin decir nada.
A pesar de ser adultos, Kenji, Iker, Scarlette y Cathleen volvieron a sus viejas costumbres en la villa de la familia Reed, dejando que los padres de Kenji e Iker tomaran la iniciativa en todo.
Por la noche, dormían separados. Durante el día, se veían envueltos en un ciclo interminable de visitas sociales, intercambio de regalos y puesta al día con parientes y viejos amigos.
Después de unos días así, Kenji, cada vez más frustrado, le sugirió a Scarlette que se escaparan a un hotel para pasar un tiempo a solas, algo que necesitaban mucho. Pero Scarlette negó con la cabeza. «Estoy realmente agotada por todo el ajetreo de estos últimos días. Esperemos a volver a Warrington».
Últimamente, Iker pasaba la mayor parte del tiempo con Ellis, mientras que Cathleen solía salir con Scarlette para divertirse. Kenji, que había explorado cada centímetro de Banta sin descubrir nada nuevo, decidió no seguirles. Con su hermana Sylvia fuera con sus amigos, Kenji se encontraba encerrado en casa sin nada que hacer. Y su deseo por Scarlette no hacía más que crecer.
Un día, Scarlette, de pie frente al espejo, se aplicó con cuidado un poco de pintalabios. Se volvió hacia Kenji con una pequeña sonrisa en los labios. «¿Crees que este pintalabios me queda bien?», le preguntó, mirándolo a los ojos.
Kenji la miró fijamente durante un momento, con la mirada perdida. Aprovechando ese breve momento de intimidad, la atrajo hacia sí y la besó.
Cuando sus labios se encontraron, el sabor del pintalabios se mezcló con su saliva. Se apartó ligeramente, con una sonrisa burlona en el rostro. «Sabes mejor cuando tus labios están desnudos».
.
.
.