El precio de la mentira: una promesa rota - Capítulo 290
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 290:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Su pecho se agitaba con desesperadas bocanadas de aire, sus ojos suplicantes, incapaces de entender el tormento, solo sintiéndolo profundizarse con cada gota helada que caía.
Su mente era un torbellino de pánico, incapaz de comprender lo que estaba sucediendo o por qué. Cada segundo se alargaba hasta convertirse en una eternidad, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras el ciclo de miedo, confusión y dolor lo consumía. Las paredes parecían cerrarse a su alrededor, el sonido del agua goteando amplificaba su aislamiento, dejando claro que no había escapatoria de lo que estaba por venir.
Los murmullos airados hicieron que Arthur cerrara los ojos con fuerza, decepcionado. Su único hijo no le había traído más que vergüenza y había mancillado su nombre.
«¿No va a aparecer?», preguntó enfadado uno de los miembros de la junta, incapaz de ocultar su frustración tras horas de espera.
Sin ofrecer ninguna disculpa, Arthur abrió los ojos y se volvió hacia los miembros presentes en la sala.
«Procedamos con su destitución», anunció.
La destitución de Víctor fue rápidamente aprobada y, sin motivos para permanecer en la sala, Arthur salió furioso.
Salió rápidamente del edificio de la empresa, se dirigió directamente a su coche y se subió a él. Impulsado por la furia, aceleró hacia su casa y entró como una exhalación en la sala de estar, donde se encontraba su esposa y su hija.
«¿Dónde está tu hijo?», preguntó con voz llena de ira.
«Has vuelto temprano hoy, cariño…».
«Te he preguntado dónde está tu hijo», gritó, interrumpiendo a Noely y sobresaltando a ambas mujeres.
Ella se sorprendió al verlo tan furioso. La forma en que se aflojó la corbata y se arremangó con ira dejaba claro que estaba al límite.
No te lo pierdas en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c🍩𝗺 actualizado
«¿Ha pasado algo?».
«¿De verdad estás tan ciega y sorda como para no darte cuenta de lo que está pasando? ¿Las consecuencias de esa entrevista?».
—No tienes por qué preocuparte tanto. Le diremos al mundo lo inocente que es nuestro hijo. No tienes por qué enfadarte tanto.
—¿Te estás escuchando? ¿Crees que te creerán, sabiendo la reputación que tiene? Por fin habíamos conseguido apagar el fuego y ahora se ha reavivado —dijo furioso.
—Lo siento, cariño. Por favor, siéntate y cálmate primero.
—¡No me digas que me siente! —gritó—. Todas las organizaciones con las que he cerrado acuerdos están llamando para cancelar sus contratos o exigiendo que arregle esta situación.
—Cariño…
—Solo dime dónde está ese hijo tuyo tan incompetente.
—¡Cariño! No lo llames así. Es nuestro hijo.
—Dudo que sea mío —espetó él y se marchó furioso hacia sus aposentos.
—¡¿Qué?! ¡Cariño! —le gritó Noely y corrió para alcanzarlo.
Bree, que había estado sentada en silencio en el sofá, finalmente exhaló un suspiro. Había hecho todo lo posible por pasar desapercibida, y había funcionado.
—¡Cariño! —siguió gritando Noely, corriendo tras él, tratando de seguir su rápido ritmo.
Arthur irrumpió furioso en el apartamento en cuanto llegó, seguido de cerca por Noely, que entró después, jadeando.
—¡Víctor! —gritó, llamándolo por su nombre mientras entraba furioso.
.
.
.