El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 976
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Capítulo 976:
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Sabía que Corrine y Bruce llevaban juntos tres años, pero Leah nunca pensó que el amor pudiera crecer tan fácilmente. Eso fue hasta que se enteró de que Bruce se iba a casar con Corrine.
La noticia la había sumido en el pánico.
Para asegurarse su regreso y recuperar a Bruce, Leah había simulado un secuestro para arruinar la reputación de Corrine.
Todo había salido según lo planeado, hasta que Corrine la sorprendió defendiéndose y escapando.
Por suerte, Leah había tomado algunas fotos que podrían ser útiles.
Temiendo ser descubierta, Leah pagó a todos los involucrados y los envió al extranjero.
Pensó que había cubierto sus huellas, asumiendo que nadie lo descubriría jamás. ¡Pero Corrine lo había descubierto todo!
Ahora, Leah finalmente se dio cuenta de lo poderosa que era Corrine en realidad.
Sus dedos temblaban y tenía los ojos inyectados en sangre mientras miraba a Corrine. Sentía un nudo en la garganta. «¿Cómo te has enterado de todo esto?».
«Sé mucho más de lo que crees», respondió Corrine con una sonrisa amable. Bajó la mirada hacia el estómago de Leah, y la sonrisa de sus labios insinuaba algo oculto.
Leah abrió los ojos con miedo y, instintivamente, se llevó la mano al estómago.
Corrine soltó una suave risa y se dio la vuelta para marcharse.
Cuando Corrine se alejó, Sonia se volvió finalmente hacia Leah. —Leah, ¿hay algo más que me estás ocultando?
—No me lo preguntes —murmuró Leah—. Saberlo no cambiará nada ahora. Era demasiado tarde para cambiar nada.
Waldo se había hecho cargo del caso como abogado y no había forma de escapar de los problemas legales.
Corrine nunca había tenido intención de dejarla salir impune.
Sonia seguía sin poder aceptar la realidad. —¿De verdad vamos a quedarnos mirando cómo se desmorona la familia Burgess sin hacer nada para impedirlo?
—No podemos enfrentarnos a Corrine —admitió Leah.
Solo ahora se daba cuenta de lo ridículo que había sido su plan para derrotar a Corrine.
Después de salir de la comisaría, Nate y Corrine se dirigieron a Gourmet Spot para comer.
Él puso un plato de gambas delante de ella y le preguntó: «¿Vas a la empresa más tarde o vienes conmigo?».
«A la empresa», respondió Corrine con tono firme.
Nate asintió rápidamente y se limpió los dedos con cuidado con una servilleta.
En ese momento, su teléfono vibró con un mensaje de Moses. «Nate, ¡se ha adelantado la reunión del gabinete!».
Los ojos de Nate se oscurecieron y una chispa de ira cruzó su rostro.
Al ver el cambio en su estado de ánimo, Corrine le preguntó en voz baja: «¿Pasa algo?».
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