El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 853
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Capítulo 853:
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«Corrine, ¿de verdad crees que la gente de Lyhaton no se ha dado cuenta? Al castigar a los Becker tan públicamente, no sólo está vengando a Corrine, sino que está elevando su estatus. Ralph no es un viejo tonto. Lo ve todo. Y sin embargo, aun conociendo los métodos de Ralph, Nate se atrevió a actuar tan abiertamente. Si eso no es arrogancia, ¿qué es?».
Ralph ya desconfiaba de la prolongada estancia de Nate en Lyhaton. Ahora, con este espectáculo, era sólo cuestión de tiempo que interviniera personalmente.
Andrómaca estaba ansiosa por ver cómo planeaba Nate proteger a Corrine cuando llegara ese momento.
«Deberíamos aprovechar esta oportunidad para…» El ayudante levantó la mirada y se fijó en Andrómaca. Un rápido destello de astuta intención cruzó su rostro.
Andrómaca le oyó y levantó la vista hacia él. Se tomó su tiempo y levantó una mano. La yema de su dedo rozó su barbilla, empujándola hacia arriba. Sus palabras fueron suaves y lentas. «Aún no es lo bastante caótico. Cuando todo esté patas arriba y nadie sepa qué camino tomar, será el momento de actuar».
El asistente se quedó callado. Se inclinó ligeramente, dejando que ella le guiara la barbilla, cayendo de lleno en el jueguito que ella había iniciado.
Andrómaca captó el movimiento. Su sonrisa se ensanchó un poco más, pero no había calidez tras ella. Sus dedos, con las uñas afiladas como cuchillas, se deslizaron por la mejilla de él sin prisa. Mantuvo la voz firme mientras preguntaba: «¿Sabes qué es lo que más duele en este mundo? ¿Qué herida tarda más en cerrarse?».
El ayudante pensó un momento, pero no encontró respuesta.
«Ser traicionado por alguien en quien confiabas plenamente».
Andrómaca retiró lentamente la mano y se puso en pie. Sus ojos se desviaron hacia la noche oscura, fría y distante, que había tras la ventana. Un leve e inquietante destello brilló en su mirada. «Que te traicione la persona a la que criaste, la que creías más capaz, es la peor de las heridas. Pero me pregunto… ¿merece realmente la pena esa mujer? ¿Merece la pena que Nate se vuelva contra su propio abuelo?».
El ayudante vaciló antes de hablar. «Tal vez podríamos averiguarlo».
Su voz era cuidadosa mientras la observaba de cerca. «La familia Becker debe tener un serio rencor contra Corrine por ahora. Quién sabe, puede que quieran vengarse».
La familia Becker esperaba que sacrificar a Danna lo arreglaría todo, pero nunca esperaron que Nate no tuviera piedad.
Sus negocios habían sufrido un duro golpe.
Cuando las cosas se ponían así de mal, siempre había que tomar medidas desesperadas. Nadie podía asegurar si la familia Becker iría a por Corrine sólo para vengarse de ella.
Andrómaca lo miró de reojo y cogió una rosa blanca del jarrón. La acercó y aspiró su aroma mientras hablaba en un tono lento y pausado. «Pronto alguien perderá la calma. No importa quién dé el primer paso. Todo lo que tengo que hacer es sentarme y disfrutar del resultado».
Ahora que Nate tenía una debilidad, ¿podría seguir siendo tan despiadado como antes?
Casi tenía ganas de ver a Ralph y Nate enfrentarse.
Pero, ¿merecía Corrine realmente la pena?
Cuando el pensamiento cruzó por su mente, su agarre se tensó sin pensarlo. La delicada rosa blanca se arrugó en su mano. Arrojó la flor al suelo, despreocupada.
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