El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 751
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Capítulo 751:
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Cerró los ojos, tratando de despejar la mente, cuando un pensamiento la golpeó como un destello de luz en la oscuridad. «Los dos proyectos que tenemos en marcha están bajo mi dirección. Si me voy ahora, se quedarán colgados».
Una chispa de esperanza se encendió en su interior. «¡Sí! Andrómaca es mi madrina. Ella no tolerará esto. Una vez que se entere de mi expulsión, se asegurará de que paguen».
Sonia la miró, dividida entre la preocupación y la duda. «Leah…» Puso una mano suave sobre la de su hija. «No tienes que aferrarte tanto a esto. Recuerda que tu padre quería que te hicieras cargo de la empresa como puente hacia la familia Ashton. Mientras tu relación con Bruce siga siendo fuerte, aún puedes casarte con la familia Ashton, incluso sin el respaldo de la empresa.»
Casarse con la familia Ashton…
La mente de Leah se fijó en las palabras, cada sílaba resonando en sus oídos.
Antes lo creía sin dudarlo, pero la fría actitud de Bruce hoy la dejaba inquieta, como si algo que estaba más allá de su alcance se le escapara, justo fuera de su alcance.
Desde que regresó del extranjero, había notado el cambio de Bruce. Ya no era el joven considerado y de voz suave de hacía tres años, sino un hombre tranquilo e inescrutable.
Cuanto más intentaba comprenderle, más esquivo se volvía. Pero una cosa era cierta: para evitar que la dejaran de lado, tenía que poseer más ventajas.
No podía permitirse dimitir ahora.
Justo cuando sus pensamientos entraban en espiral, la puerta se abrió con un fuerte crujido. Entró Corey, con el rostro demudado, rodeado de una pesada aura de autoridad. «Ven a mi estudio», dijo con frialdad y se marchó sin decir palabra.
Un momento después, Leah estaba ante él en el estudio, con el corazón acelerado.
Antes de que pudiera hablar, la voz de Corey cortó el silencio como una cuchilla. «Los accionistas quieren que te vayas. Deberías empezar a recoger tus cosas de la oficina. Ahora.»
La firmeza de su tono no dejaba lugar a discusiones.
Leah apretó los puños a los lados, tratando desesperadamente de mantener la compostura. «Papá, ¿de verdad no hay lugar para la negociación?»
«¿Negociación?» El labio de Corey se curvó con desdén. «¿Te das cuenta de que alguien está aprovechando este caos para comprar en secreto nuestras acciones? Los accionistas pueden parecer tranquilos en la superficie, pero muchos de ellos ya están vendiendo sus acciones en privado.»
El rostro de Leah palideció y la incredulidad se apoderó de ella. «¿Cómo… cómo es esto posible?»
Corey no cejó en su empeño. «Eso no es todo. Hice que la gente siguiera a Emily y Luna. ¿Adivina a dónde fueron?»
Sus ojos brillaban con burla.
A Leah se le hizo un nudo en la garganta y se le cortó la respiración. «¿Dónde?»
«¡Grupo Ford!»
Las palabras golpearon a Leah como un trueno.
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