El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 61
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Capítulo 61:
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Con su rápido avance, el Grupo Ashton se había ganado la atención de muchas empresas venerables, algo que a Corrine no le sorprendía dada su condición de amenaza competitiva.
El Grupo Brighton, aunque profundamente arraigado en la historia de Lyhaton, permaneció misterioso, con su líder oculto en secreto. A diferencia de la obvia influencia de la familia Ford, el Grupo Brighton operaba más como una fuerza entre bastidores, moldeando sutilmente los grandes cambios de Lyhaton.
«¿Cuándo tendrá lugar la puja?». preguntó Corrine, dejando la pluma a un lado y adoptando una expresión grave.
«El martes que viene», respondió rápidamente el director.
«Este proyecto es crucial para nosotros. Tenemos que asegurarlo».
«¡Sí, Srta. Holland!»
Cuando Corrine abandonó la sala de reuniones, los espectadores no pudieron evitar especular sobre su aparente desdén tanto hacia el Grupo Ashton como hacia Leah, aunque las razones que había detrás seguían siendo un misterio.
Mientras tanto, Bruce, que acababa de enterarse de la oferta del Grupo Ford por los terrenos del distrito sur, apretó con fuerza el mechero y entrecerró los ojos al volverse hacia su ayudante.
«¿Has dicho que el Grupo Ford se presenta a la licitación?»
«Así es», dijo su ayudante.
«Me acaban de informar. La nueva jefa del Grupo Ford es la nieta de Carl Ford, recién llegada de sus estudios en el extranjero.»
Bruce esbozó una sonrisa burlona.
«La heredera protegida cree que está preparada para el mundo real, ¿verdad?».
«¿Cómo procederemos con nuestra oferta del próximo martes?», preguntó el asistente, pisando ligeramente el acelerador.
Bruce bajó lentamente la mirada y dijo con firmeza: «¡Debemos ganar!».
Adquirir los terrenos del distrito sur reforzaría significativamente el futuro del Grupo Ashton. Estaba decidido a aprovechar esta oportunidad.
En ese momento, sonó su teléfono.
Leah estaba en la línea, angustiada.
«¡Bruce, el Grupo Ford ha cancelado mi contrato de patrocinio!»
«¿Qué está pasando?» Bruce arrugó la frente con preocupación.
Al otro lado de la línea, la voz de Leah temblaba de tristeza.
«No lo sé. El nuevo CEO del Grupo Ford cree que ya no encajo en la imagen. Todo estaba preparado. Debíamos firmar el contrato esta tarde y ahora no tengo nada».
Bruce comprendió la importancia de ser el portavoz de Ford, incluso sin la explicación de Leah. Había contado con su apoyo para aumentar la visibilidad del Grupo Ashton. ¿Quién iba a predecir que todo se desmoronaría en el último momento debido a la decisión del nuevo director general?
Su expresión se ensombreció, pero habló en voz baja para tranquilizar a Leah.
«Es sólo un apoyo. No pierdas la esperanza. Ya llegará algo mejor».
«Pero estoy muy disgustada», admitió Leah, con la voz cargada de decepción.
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