El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 590
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 590:
🍙🍙🍙🍙🍙
«Sólo espero que te lo tomes en serio».
Carl frunció el ceño, haciendo una pausa para recuperar la compostura.
«¿Qué te trae por aquí tan de repente?», preguntó.
«Las cenizas de Kiley han sido localizadas», reveló Jacob.
Carl saltó de la cama y sus facciones se tensaron.
«¿Sabe quién se los llevó?», preguntó con urgencia.
La mirada de Jacob parpadeó brevemente, con expresión ilegible.
«No», admitió.
Carl entrecerró los ojos.
«Entonces, por ahora, por favor, devuelva las cenizas a la mansión Ford», pidió.
«Arreglaré un entierro apropiado más tarde.»
«Entendido», asintió Jacob.
«Yo me encargo».
Cuando Jacob se dio la vuelta para marcharse, Carl le llamó: «¿Recuerdas por qué te acogió la familia Ford hace tantos años?».
Jacob hizo una pausa y se volvió hacia Carl.
«Nunca olvidaré la amabilidad de la familia Ford», le aseguró.
«Quiero que recuerdes no sólo la amabilidad de la familia Ford, sino también la promesa que hiciste», insistió Carl.
«Debes mantener tu palabra. De lo contrario, ni siquiera Corrine te perdonará». Su tono era inequívocamente cauteloso.
La expresión de Jacob se tensó un instante, pero luego recuperó su compostura habitual.
«Aun a riesgo de mi vida, protegeré a la señorita Holland», dijo antes de salir de la habitación.
Carl lo miró irse, con una sonrisa escalofriante en los labios. Sus ojos brillaban con un destello calculador.
Jacob acababa de mentir. Probablemente estaba implicado en el robo de las cenizas. ¿Cómo si no pudo volver con las cenizas intactas mientras que la familia Ford no encontró nada tras una larga investigación?
Su afirmación de ignorancia sobre el autor parecía cada vez más dudosa. Era evidente que Jacob tenía alguna relación con el autor intelectual.
Años atrás, Jacob se había acercado a Corrine a propósito. Carl lo había descubierto, pero desde que Jacob había revelado la verdad, Carl había decidido mantener al hombre cerca y al mismo tiempo estar atento a posibles engaños. Ahora no podía dejar de sospechar que Jacob no había sido del todo sincero entonces, que siempre había ocultado algo.
La mirada de Carl se desvió hacia el techo mientras se recostaba y contemplaba el desarrollo de la situación.
Dentro del coche, Jules miró a Corrine.
«¿Hacia dónde nos dirigimos?»
«Llévame a la Plaza Moderna. Karina me espera allí», respondió Corrine abrochándose el cinturón. Rápidamente sacó su teléfono para consultar sus mensajes.
Sin mediar palabra, Jules arrancó el motor y el coche zumbó hacia la Plaza Moderna.
Tras pensárselo un momento, Jules volvió a hablar.
«Así que, vas a dejar que Leah se libre, ¿eh?»
.
.
.