El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 407
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Capítulo 407:
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Una vez que Corrine hubo salido, la sonrisa de Evelyn se atenuó.
«Ahora que ella no está aquí, dime lo que tienes en mente.»
Al oír esto, Nate soltó una carcajada y su mirada hacia Evelyn se llenó de complicidad.
«Siempre tuviste el don de ver a través de las pretensiones, abuela».
«Basta de encanto», dijo Evelyn, despidiéndole con una ligera burla.
«Tener novia te ha convertido en todo un encanto».
Nate se frotó la nariz con torpeza antes de decir con calma: «Corrine es tu futura nieta política, llamada a llevar el apellido Hopkins». Lo dijo de forma relajada, casi informal, pero su afirmación cortó el aire con una firmeza sorprendente.
El rostro de Evelyn no mostró ningún cambio, su voz se mantuvo firme.
«¿No estaba ya tomada esa decisión?»
Sus palabras implicaban que su declaración era innecesaria.
Levantando su café, añadió señalando: «Pero eso no me concierne».
«Lo entiendo, abuela», respondió Nate.
«He venido a hablar de la ficha de compromiso que tienes».
Evelyn frunció las cejas y lo miró con más atención.
«¿Estás seguro de esto?»
«Por supuesto», respondió Nate con suavidad, clavando su mirada en la de ella.
«Sin embargo, nunca has compartido la historia de nuestro acuerdo matrimonial con la familia Ford,»
Nate sabía que su familia le había organizado un matrimonio desde la edad adulta, pero aún no tenía claro cómo empezó todo.
Esta incertidumbre le dejó inseguro de cómo la familia Ford de Lyhaton estaba conectada con la suya.
Entre las familias de élite del Continente Independiente se mantenía una regla tácita: nada de matrimonios con forasteros ni alianzas más allá de sus fronteras.
La curiosidad de Nate sobre los orígenes del acuerdo matrimonial no hizo más que crecer.
Evelyn no respondió a sus palabras durante un buen rato, tanto que los sirvientes se prepararon, esperando un estallido.
Finalmente, rompiendo el silencio, Evelyn preguntó: «¿Por qué obsesionarse con estos detalles si tienes intención de poner fin a este acuerdo?».
«Pareces desconocer sus antecedentes, abuela», replicó Nate.
Evelyn le dirigió una mirada penetrante, como si quisiera atravesarlo.
Con una suave carcajada, preguntó: «¿Crees que soy una vieja testaruda?». Su tono tenía un punto de sarcasmo.
«He oído que la familia más rica de Lyhaton, la familia Ford, tiene una nieta. Puede que no lleve su apellido, pero Carl la aprecia mucho». Cuando Nate se levantó para rellenar su taza de café, en sus ojos se vislumbró un profundo reflejo. Observó atentamente a Evelyn y dejó que una leve sonrisa de complicidad se dibujara en sus labios.
«Curiosamente, la nieta de Carl es Corrine».
Esta revelación golpeó a Evelyn como un rayo.
Por un momento, su mente se quedó en blanco, con el corazón latiéndole desbocado.
Evelyn, que se ha enfrentado a muchos retos a lo largo de su vida, no mostraba ningún signo externo de perturbación a pesar de la agitación de su interior, y su mirada estaba teñida de un rastro de frialdad.
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