El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 344
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Capítulo 344:
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Forreal contaba con una base de datos de clientes considerada la más segura del mundo, con una protección casi infalible. Sin embargo, para los más decididos, siempre había una forma de escapar.
Pero en este caso, el esfuerzo no estaba justificado.
A medida que cada pieza subastada iba encontrando un nuevo propietario, llegaba el momento que todos esperaban: por fin se desvelaba la tiara, la pieza central de la velada.
El silencio envolvió la antes ruidosa sala mientras todos los ojos se volvían hacia el subastador, Zayn, pendientes de cada una de sus palabras sobre la tiara. Zayn sólo describió el valor de la tiara, omitiendo su historia y origen. No fue una omisión intencionada, sino que el propietario de la tiara no había proporcionado ningún detalle histórico. No obstante, el aire de misterio no hizo sino aumentar la intriga de los asistentes.
«Presentamos el último artículo de esta noche, una réplica de una antigua tiara, famosa por su elaborada artesanía. Empezamos la puja en 60 millones de dólares», anunció Zayn. Su voz resonó en la silenciosa sala, provocando una feroz ronda de pujas.
La competencia hizo que el precio subiera rápidamente, superando los 150 millones. Desde su posición ventajosa en el fondo, Jacob observó la escalada de las pujas con una mezcla de diversión y sorpresa. La expectación en torno a la tiara era mayor de lo que esperaba.
Las pujas seguían aumentando mientras Jacob reflexionaba sobre la escena que se estaba desarrollando. Mientras tanto, Zayn, en el escenario, sentía que le empezaban a sudar las manos.
La puja actual de doscientos millones de dólares había superado todas las expectativas. A pesar de lo que estaba en juego, Zayn mantuvo la compostura, escudriñó a la multitud y sus ojos se posaron finalmente en Jacob.
Zayn pudo ver que, a pesar de la intensa puja, nadie podía igualar el poder financiero de la persona que estaba detrás de Jacob. En esta reunión, muchos eran sólo miembros de nivel medio, ninguno a la altura de un miembro de alto nivel.
Tras varios minutos intensos, la mayoría se había retirado. Ahora, sólo quedaban tres postores en pie.
De la multitud surgió una puja: «Trescientos diez millones».
«Trescientos veinte millones».
«Trescientos cincuenta millones».
La escalada de las pujas despertó el entusiasmo del público.
Bruce y su grupo, situados cerca de la parte delantera, estaban visiblemente intrigados.
«Esta diadema parece anodina. ¿Es que estos ricachones no la ven?». murmuró Rita, desconcertada. La expresión de Leah seguía siendo tranquila, su amable sonrisa le daba un aire de inocencia e ingenuidad.
En las subastas de Forreal, los momentos dramáticos y los extravagantes caprichos de los ricos no eran nada nuevo. Sin embargo, el ascenso de la tiara hasta la asombrosa cifra de 350 millones de dólares fue realmente extraordinario.
Tanto el raro diamante azul subastado anteriormente como el collar mariposa de diamantes del siglo XIX eran conocidos por su potencial de revalorización. ¿Pero esta tiara? Leah no creía que mereciera tanta emoción.
Bruce miró a Leah.
«¿Conoces la historia de esta tiara?»
Con un sutil movimiento de cabeza, Leah respondió: «Su historia parece irrelevante, dado que ningún miembro de alto nivel ha mostrado interés por ella. La falta de ofertas por su parte suele significar que carece de valor de inversión».
Su comentario fue suficientemente audible para los asistentes cercanos, que asintieron con la cabeza, persuadidos por su lógica. En las subastas de Forreal, la participación de un miembro de alto nivel en la puja era señal del valor del objeto. La ausencia de tal interés indicaba normalmente un valor mínimo.
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