El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 253
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Capítulo 253:
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Sin embargo, pronto surgió otra sorprendente revelación: Corrine era en realidad una reputada experta en restauración y trabajaba como asesora del departamento de reliquias culturales. Este descubrimiento no sólo sorprendió a Farris, sino que le dejó una inquietante premonición. Intuyó que Corrine tenía más antecedentes de los que se conocían.
Con una solemne inclinación de cabeza, Bruce expresó su preocupación.
«Esta situación parece compleja, y confío en que me ayudes a negociar con Corrine para asegurar su presencia en el acto de aniversario del Grupo Ashton».
Mientras Bruce se dirigía a los aposentos de su abuelo, había formado meticulosamente un plan en su mente. A la llegada de Corrine al acto de aniversario, su estrategia consistía en avisar rápidamente a la prensa, destacando sus conexiones con la familia Ashton para asegurar su asociación públicamente. Aunque Corrine deseara distanciarse de los Ashton, la consiguiente atención mediática la obligaría a apoyarlos. Esta maniobra reforzaría sin duda la posición social de la familia Ashton en Lyhaton.
Perdido en sus pensamientos, Farris preguntó de repente: «¿Le dio Kason alguna pista sobre quién podría tener como objetivo a la familia Burgess durante su reunión?».
Bruce, reflexionando profundamente, respondió: «Sugirió que Leah había enfadado a alguien formidable. No dio detalles, pero mis sospechas apuntan a la familia Ford».
La familia Ford, conocida por su gran riqueza y poder, era la más venerada en Lyhaton. Dentro de la élite de la sociedad, existían claras jerarquías de estatus e influencia. Sin rival y liderando el orden social, la familia Ford ocupaba el escalón más alto, seguida en sucesión por las familias Seymour, Brooks y la discretamente influyente Hoffman. Mientras tanto, la familia Ashton apenas se mantenía en el tercer escalón.
Las familias Ashton y Burgess carecían del prestigio necesario para mezclarse con los protegidos de la familia Ford. ¿Qué circunstancias podrían haberles llevado a incitar a alguien bajo la protección de la familia Ford?
Un pensamiento golpeó bruscamente a Farris.
«¿No es Holland el apellido del nuevo CEO del Grupo Ford?»
«Así es», respondió Bruce.
Reflexionando sobre la trayectoria de Corrine desde que dejó a la familia Ashton, Farris consideró la posibilidad.
La multitud de identidades de Corrine, ocultas intencionadamente o no, sugerían una complejidad que no podía haber sido ensamblada apresuradamente. En otras palabras, los antecedentes de Corrine siempre habían sido intrincados.
Farris miró fijamente a Bruce y murmuró: «El director general del Grupo Ford, la señorita Holland… y Corrine… ¿es posible que sean la misma persona?».
Los ojos de Bruce se abrieron de golpe al procesar las sospechas de Farris.
«¿Estás sugiriendo que Corrine podría ser de la familia Ford?»
Farris frunció el ceño y, con expresión solemne, miró a Bruce y asintió levemente con la cabeza.
Bruce no pudo evitar recordar el momento en que Corrine había sido tratada como invitada de honor por la familia Seymour, y en que había reído y hablado cómodamente con Natasha. Se quedó en silencio, sus pensamientos se arremolinaban en una pesada nube de incertidumbre. La habitación parecía zumbar con una inquietante quietud.
Pero pronto, Farris rompió el silencio, sacudiendo la cabeza.
«Eso no cuadra. Es bien sabido que Carl adora a su nieta, aunque lleve otro apellido. Ella siempre ha sido el tesoro de la familia Ford, su heredera nombrada desde el principio».
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