El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 248
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 248:
🍙🍙🍙🍙🍙
Sus mejillas se sonrojaron bajo su mirada y carraspeó, recuperando la compostura.
«Sólo temo que rompas tu promesa».
La sonrisa de Nate se suavizó al comprender las palabras no pronunciadas.
«Aún no me he casado contigo. ¿Cómo podría dejar este mundo?»
«No hables de la muerte», intervino rápidamente Corrine.
Los dedos de Nate recorrieron suavemente la pantalla, su mirada llena de indulgencia.
«Tomaré una siesta. Vamos a hablar de nuevo esta noche, ¿de acuerdo? »
«De acuerdo. A ella le sorprendió un poco su repentina decisión, pero asintió.
«Ten cuidado ahí fuera».
«Claro».
Nate tarareó suavemente antes de terminar la llamada, su sonrisa se desvaneció lentamente. El ánimo cálido y tierno fue sustituido por una resolución tormentosa.
«Huelga a medianoche. Nada de alargarlo».
«Entendido», respondió Zack de inmediato, con voz firme y preparada.
«Daré las órdenes ahora».
Cuando Zack se dio la vuelta para salir de la habitación, lanzó una breve mirada a Moses, que seguía curándose las heridas. Un destello de preocupación apareció en el rostro de Zack. Años de camaradería habían forjado su entendimiento silencioso. Bastaba una mirada para conocer los pensamientos del otro.
Moses sonrió con satisfacción, tratando de disimular su preocupación.
«Deja de mirarme así. No me estoy muriendo».
Zack se rió por lo bajo antes de salir y cerrar la puerta tras de sí.
Corrine reanudó inmediatamente sus tareas tras finalizar la llamada. Cuando el reloj se acercaba al mediodía, Jolene, que acababa de terminar su sesión matinal de pósters, y Karina entraron en el despacho de Corrine.
«Oye, Corrine, ¿puedes unirte a nosotros para el almuerzo?» Karina preguntó.
Al levantar la vista, el rostro de Corrine se descompuso en una suave sonrisa.
«¿Qué os apetece?»
Con una sonrisa juguetona, Karina dio un codazo a Jolene.
«Parece que Corrine nos invita. Deberíamos derrochar un poco».
Jolene sugirió: «Hay un nuevo restaurante en el lado este. ¿Deberíamos probarlo?»
«¡Por supuesto!» respondió Karina con entusiasmo.
Mientras se preparaban para partir, esperaron brevemente a Natasha. Las cuatro, amigas desde el instituto, disfrutaban de estos momentos para revivir viejos tiempos, encontrando tanto consuelo como emoción en su reencuentro. El trayecto se llenó de risas nostálgicas que caldearon el ambiente. Incluso la habitualmente callada Natasha se unió a ellas, diciendo: «En realidad creía esos rumores sobre que Jolene era una chica salvaje antes de que nos hiciéramos amigas».
En su juventud, Jolene era famosa por su estilo atrevido, su maquillaje espectacular y por frecuentar los lugares más dudosos. Estaba muy familiarizada con los problemas, y a menudo se la encontraba en el centro de peleas y alguna que otra reyerta callejera. Los alborotadores locales la adoraban y hacían todo lo posible por ganarse su favor.
Sin embargo, la vida tiene el don de dar sorpresas. ¿Quién habría imaginado que la chica que una vez fue tachada de problemática se convertiría en una luz de salvación para Natasha?
.
.
.