El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 172
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Capítulo 172:
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Hace cinco años, la oportuna intervención de Bruce le había salvado la vida. Sin él, hoy no estaría viva.
Ese único momento había evitado que aniquilara a la familia Ashton, a pesar de todo lo que habían hecho.
Tras finalizar la llamada con Karina, Corrine llamó a Jules y le dio una única instrucción.
«Retira el trending topic. Inmediatamente».
Exhaló suavemente, aún sumida en sus pensamientos, cuando una sombra cayó sobre ella. Al levantar la vista, vio a Nate de pie ante ella, alto e imponente, su presencia dominando el espacio como una nube de tormenta que oculta la luz.
Con tranquila confianza, le levantó la barbilla. Su rostro era ilegible, tallado en piedra, su mirada oscura y cortante.
«Dime», dijo, con voz baja y firme.
«¿Es Bruce la razón por la que no quieres casarte conmigo?»
Corrine frunció las cejas y sus ojos brillaron con una pizca de hielo.
«¿De verdad crees que una basura como él vale mi tiempo?»
Los labios de Nate se curvaron en una sonrisa lenta y deliberada, llena de curiosidad y de algo más profundo.
«Entonces, ¿por qué mantener viva a la familia Ashton?»
Sabía la verdad: la influencia de Corrine y la riqueza de la familia Ford podrían haber borrado del mapa al Grupo Ashton sin esfuerzo.
El hecho de que no lo hubiera hecho sólo alimentó sus preguntas.
Corrine volvió a sonreír, deslumbrante y peligrosa. Su belleza chispeaba con una energía audaz y magnética que hacía imposible apartar la mirada.
«Si quisiera aplastar al Grupo Ashton», dijo, con la voz rebosante de confianza, «nadie podría impedírmelo».
Y Nate no dudó de ella ni un segundo. Con la aguda mente y el implacable empuje de Corrine, podría haber reconstruido el Grupo Ashton en un año, o haberlo destruido sin sudar una gota.
Pero seguía sin responder a su pregunta.
Al darse cuenta de que no tenía intención de dar explicaciones, Nate no insistió. Lo que le inquietaba no era el propio Bruce, sino los tres años perdidos que Corrine le había dedicado.
Sin embargo, oírla llamar a Bruce escoria confirmó que había pasado página.
Así que ya no se trataba de Bruce.
«Entonces, ¿por qué no quieres casarte conmigo?». volvió a insistir Nate, con un tono tranquilo pero teñido de frustración.
Corrine le miró a los ojos y soltó una suave y melódica carcajada.
«Siempre he creído que el camino hacia el matrimonio importa».
«¿Viaje?» repitió Nate, como si la palabra no le resultara familiar.
Para él, querer algo significaba reclamarlo. El proceso no importaba, sólo el resultado.
«Encontrarse, conocerse, comprenderse, amarse, comprometerse y luego construir una vida juntos», dijo, con voz suave pero firme.
«Los pasos pueden parecer sencillos, pero se necesita tiempo para que se conviertan en algo significativo. Creo que el amor más verdadero es aquel en el que -independientemente de las pruebas o dificultades a las que te enfrentes- sigues eligiéndote el uno al otro.»
Su voz se suavizó y Nate vio la luz melancólica en sus ojos, el brillo esperanzado que eclipsaba las estrellas.
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