El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1719
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1719:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Esperen un momento». Colton dio un paso al frente de inmediato. «Estamos dispuestos a cooperar, pero mírenlo, está en estado crítico e inconsciente. Moverlo ahora mismo podría ser peligroso».
El agente observó el cuerpo encogido de Fabián en el suelo. Tras un momento de vacilación, y recordando las instrucciones de su superior, asintió con renuencia. La atención médica era lo primero.
Mientras sacaban a Fabian, las rodillas de Colton casi se doblaron y una oleada de mareo invadió su visión.
Por suerte, el mayordomo estaba lo suficientemente cerca como para sujetarlo. —¡Señor!
Colton abrió los ojos a la fuerza, apretando los dientes. «Estoy bien. Aún me quedan fuerzas». Sin Fabian, no podía permitirse flaquear. Si lo hacía, toda la familia García se desmoronaría. Ese pensamiento le dio estabilidad. Respiró hondo y siguió adelante. «Hagan las maletas. Ahora».
Horas más tarde, Vernon Hernández y Gianni Morris, jefes de las familias Hernández y Morris de Pinetree City, llegaron a la finca García tras recibir la noticia.
Entraron en el espacio lleno de tensión, echaron un vistazo alrededor y luego intercambiaron una mirada silenciosa antes de acercarse a Colton para ofrecerle su apoyo. Colton les dirigió una mirada y les dedicó una leve sonrisa que no llegaba a sus ojos. Bajo ella se escondía un rastro de tristeza.
«Sé de lo que es capaz mi hijo. Si nadie le hubiera presionado, nunca se habría atrevido a provocar a la familia Ford.»
En Pinetree City, el apellido García tenía mucho menos peso que los otros tres poderosos apellidos. Esta vez, no habían sido más que piezas desechables en el tablero de otra persona.
Vernon y Gianni intercambiaron miradas inquietas, con expresiones rígidas por la incomodidad.
El rostro de Gianni se ensombreció por la frustración mientras miraba a Colton. «Sr. García, por favor, no piense así. Llevamos años apoyando a Fabián. Nunca le tenderíamos una trampa así».
«Exacto», intervino Vernon, asintiendo con firmeza. «Nuestras familias siempre han permanecido unidas. No permitiríamos que manipulaciones externas nos separaran».
Descúbrelo ahora en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺 para más emoción
La sonrisa de Colton se transformó en algo más frío, más vacío. Con un gesto desdeñoso, lo descartó todo. «No importa. Si no podemos enfrentarnos cara a cara, lo menos que podemos hacer es evitarlos. Solo recuerden los años de amistad cuando llegue el momento de mostrar misericordia».
Alejarse era más fácil decirlo que hacerlo. Lo que podían conservar, y cuánto, dependía por completo de lo despiadados que decidieran ser los demás.
Mientras tanto, en Lyhaton, las cosas parecían estables en la superficie. Pero esa calma era solo una máscara que ocultaba el caos que se gestaba debajo.
Cuando Carl se enteró de la lesión de Corrine, su furia estalló. «¡Increíble! ¿Se atreven a hacer algo así en Lyhaton?».
Leland, siempre observador, estudió la tensión en el rostro de Carl antes de hablar con cautela. «¿Deberíamos dar ejemplo con ellos?».
La voz de Carl se mantuvo firme, pero en sus ojos ardía un fuego frío. «Por supuesto». La edad no lo había apagado. Seguía teniendo el peso y la presencia de un líder empresarial experimentado.
«Fabian no escapará a la justicia», dijo Jules en voz baja desde el sofá. «Y la familia García no se escapará tan fácilmente de Pinetree City».
.
.
.