El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1579
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Capítulo 1579:
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«No estoy seguro», admitió Nate. «Pero si realmente te lo preguntas, quizá deberías hablar con mi abuela».
Corrine se mordió el labio en silencio. Desde que empezó a salir con Nate, había sentido que algo los impulsaba, guiando cada paso. Ahora, con su compromiso oficial, esa sensación solo se había intensificado.
Pero el cerebro seguía siendo un misterio. ¿Era Jax? ¿Otra familia influyente? ¿O tal vez incluso la aparentemente amable y generosa Evelyn?
Luego estaba la misteriosa horquilla, que parecía más un regalo deliberado que un obsequio casual de Evelyn, destinado a despertar su curiosidad por razones aún desconocidas.
«No le des demasiadas vueltas», murmuró Nate con voz suave, un susurro aterciopelado que le acarició la oreja y hechizó sus sentidos.
Corrine estrechó la mano de Nate, que le rodeaba la cintura, y acarició el contorno de su mano con un toque tierno pero inquieto. «Es que parece que todo, desde la confirmación de nuestra relación hasta este compromiso, ha sucedido con demasiada facilidad».
La forma en que había progresado su relación era demasiado perfecta. Demasiado precisa. Como si las piezas hubieran sido colocadas mucho antes de que ninguno de los dos entrara en juego.
Estaban avanzando, pero tal vez no por voluntad propia.
Nate percibió un trasfondo de duda en sus palabras. Su expresión se nubló ligeramente mientras la abrazaba con más fuerza. —¿Estás teniendo dudas sobre casarte conmigo?
¿Por qué si no diría que todo había sucedido con demasiada facilidad?
Corrine ladeó ligeramente la cabeza, con la mirada fija en Nate con firmeza inquebrantable. —¿Por qué iba a tener dudas? Ya nos hemos besado y hemos dormido juntos, y tengo intención de seguir adelante.
Al oír sus palabras, el rostro de Nate se suavizó. Su mirada parecía decir: «Así me gusta».
Corrine soltó una leve risa mientras se inclinaba hacia él, con la mirada perdida en los árboles de jacaranda que se veían a lo lejos.
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La fiesta de compromiso terminó una hora más tarde. Tras una ronda de despedidas, todos se dispersaron, cada uno en una dirección diferente.
Dentro del coche, Evelyn miró de reojo a Nate. Su expresión reflejaba algo indescifrable. «¿Qué opinas de casarte con Corrine?». Ella había prometido apoyar los deseos de Corrine, y tenía la intención de cumplirlo. Pero primero necesitaba saber exactamente cuál era la postura de Nate.
«Respeto sus decisiones», dijo Nate simplemente.
Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Evelyn. Habiendo crecido en un mundo ferozmente competitivo, Nate siempre había sido frío y sereno, pero emocionalmente distante. En una ocasión, ella había temido que él se lanzara a la aventura sin tener en cuenta los sentimientos de Corrine. Ahora, parecía que su preocupación había sido infundada.
Tras una pausa reflexiva, la voz de Evelyn adquirió un tono más firme. —Puesto que Corrine no ha sacado el tema, tú tampoco deberías hacerlo. Presionarla podría ser contraproducente».
Al percibir el tono protector de su voz, Nate arqueó ligeramente una ceja y una chispa de humor brilló en sus ojos. «Abuela, soy tu nieto. ¿No se supone que debes estar de mi lado?».
¿Por qué parecía estar siempre del lado de Corrine? ¿Realmente tenía a Corrine en mayor estima que a su propio nieto?
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