El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1574
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1574:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Al ver la mirada aturdida de Evelyn, Penny intervino. «Sra. Hopkins, su café se ha enfriado. Le traeré uno nuevo».
Devuelta a la realidad por la voz de Penny, Evelyn ocultó sus sentimientos y apartó la mirada brevemente. Cuando volvió a levantar la vista, la calidez había regresado a su expresión. «Por favor, siéntense todos».
Mientras se acomodaban, la sala se llenó de conversaciones corteses, aunque la quietud de Carl y Jayden creaba un ambiente incómodo. Chelsea, manteniendo su sonrisa, se sintió obligada a recordarle a Jayden: «Hoy es un día especial para Corrine. Ofrezcámosle nuestras sonrisas».
La noche anterior, Jayden se había enterado de los planes de Evelyn de visitar a la familia Ford y formalizar el compromiso de Corrine y Nate, lo que le preocupaba profundamente. A Jayden le parecía que el matrimonio de Corrine era más que una simple alianza; era una aventura peligrosa.
Chelsea se había dado cuenta de lo mucho que le disgustaba la idea, pero los preparativos ya estaban hechos. Protestar ahora no cambiaría nada.
Por lo tanto, decidió que era mejor aceptar la situación con una sonrisa, honrando la decisión con elegancia y mostrando respeto por la familia Hopkins. Esta jugada estratégica garantizaría que la familia Hopkins no tuviera una excusa para culpar a Corrine. Las mujeres a menudo captaban los matices sutiles que los hombres solían pasar por alto.
A pesar de la creciente tensión en el ambiente, Evelyn permaneció prácticamente imperturbable. Hacía tiempo que conocía la postura de la familia Ford sobre el matrimonio. La mirada de Evelyn se desplazó entre Carl y Corrine, transmitiendo un mensaje secreto. «Nate y Corrine están destinados el uno al otro, casi como si hubieran estado unidos en una vida anterior. Ningún obstáculo podría alterar ese vínculo».» Su afirmación parecía normal, pero insinuaba sutilmente que ciertos destinos eran ineludibles, a pesar de los esfuerzos por evitarlos. Una sensación de victoria se reflejó en su expresión.
Carl esbozó una pequeña sonrisa fría. «El destino es algo que creamos nosotros mismos». Daba a entender que las circunstancias actuales no eran fruto de la casualidad, sino el resultado de la meticulosa planificación de Nate.
Evelyn dio un sorbo a su café y luego se volvió hacia Corrine con una sonrisa. «Corrine, te he traído un regalo. Está en la mesa de la terraza». Miró a Nate. «Nate, ¿por qué no te unes a Corrine y le echas un vistazo?».
Nate asintió con la cabeza, se levantó y se acercó a Corrine. Luego le tomó la mano para guiarla hasta la mesa. Situada estratégicamente entre la sala privada y la terraza, la mesa estaba protegida por un biombo, lo que proporcionaba un lugar apartado donde los invitados podían conversar y disfrutar de su café en privado. La intención de Evelyn era obvia: no quería que Corrine y Nate escucharan la siguiente conversación.
Uʟᴛιмσѕ cαριᴛυʟσѕ єɴ ɴσνєʟaѕ4fαɴ.c🍩m
Sintiendo la tensión, Jules se excusó de repente y siguió a la pareja.
«¿Por qué te vas tú también?», preguntó Corrine.
Jules se detuvo y sacó un cigarrillo. «Si me quedo, hay cosas que no se dirán. Voy a salir a fumar».
En cuanto se alejó, Nate le rodeó la cintura con el brazo. «¿Cuál es la historia detrás de este vestido clásico?».
Corrine estaba acostumbrada a llevar vestidos clásicos, especialmente en reuniones públicas como representante de la familia Ford. Sin embargo, Nate había estado seleccionando atuendos más contemporáneos para ella, lo que la dejaba insegura sobre llevar estilos tradicionales, especialmente después de sus comentarios.
Ella miró el atuendo. «¿No te parece que queda bien?».
.
.
.