El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1513
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1513:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
A medida que avanzaba el fin de semana, Corrine se despertó y el techo sobre ella se fue enfocando a medida que la confusión inducida por el sueño se despejaba gradualmente.
Al sentarse, se dio cuenta de que su ropa estaba esparcida por la habitación y sus mejillas se sonrojaron al recordar la noche anterior. Nate había sido implacable, aparentemente canalizando décadas de anhelo reprimido en una sola noche.
Si seguían así, tal vez tendría que poner límites. Quizás incluso conseguir su propia habitación. El amor era maravilloso, pero la supervivencia seguía siendo importante.
Después de refrescarse, bajó al comedor. Al otro lado de la mesa del desayuno, Nate estaba sentado, con su presencia tan cautivadora como siempre. Corrine se dio cuenta de que su mirada se dirigía involuntariamente hacia él mientras comía, un reconocimiento silencioso del fervor de la noche que aún perduraba en el aire.
La energía de Nate parecía inagotable, en marcado contraste con su propio cansancio, a pesar de su gran implicación en las tareas. Curiosamente, él parecía aún más rejuvenecido que ella.
¿Era una característica universal entre los hombres poseer un vigor tan duradero?
Su prolongada mirada no pasó desapercibida. Nate levantó la cabeza y su mirada se suavizó, pasando de su habitual frialdad a una suave calidez, mientras esbozaba una leve sonrisa. «Te gusta mirarme, ¿verdad?».
Una oleada de calor tiñó las mejillas de Corrine mientras apartaba la mirada. «No te estaba mirando».
En ese momento, se oyeron pasos que se acercaban desde la entrada, acompañados de una voz que ambos conocían bien. «¿Dónde está Corrine? ¿Por qué no ha venido a verme últimamente?».
La voz pertenecía a Evelyn. Corrine y Nate intercambiaron una rápida mirada y se levantaron para recibirla en la sala de estar.
Evelyn estaba de pie cerca de la entrada, vestida con un traje azul marino oscuro. Un collar de esmeraldas descansaba perfectamente sobre su clavícula, y cada uno de sus sutiles movimientos transmitía la elegancia que solo el tiempo y la edad pueden conferir.
Estaba ligeramente irritada por la reciente ausencia de Corrine, pero en cuanto la vio, todo eso se desvaneció. Su expresión se suavizó y se volvió cálida.
Lo nuevo está en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 con contenido nuevo
La idea de que Corrine fuera su futura nieta política le resultaba tan agradable a Evelyn que incluso podría reírse en sueños. Y, sin embargo…
Evelyn percibió el encanto femenino que emanaba Corrine, algo que una mujer enamorada y que disfruta de la intimidad desprende de forma natural. Se dio cuenta de ello y una sonrisa enigmática se dibujó en los labios de la anciana. Al parecer, su nieto tenía algunas cualidades redentoras después de todo.
A este ritmo, pensó Evelyn, es muy posible que pronto se convirtiera en bisabuela.
Sus rasgos se suavizaron cuando sus ojos se posaron en Nate.
Corrine la saludó rápidamente: «Buenos días, Evelyn».
«Buenos días, querida», respondió Evelyn, dando un paso adelante para estrechar la mano de Corrine y acariciarla con afecto. «Has estado muy poco en Fragrance Garden. ¿El trabajo te mantiene alejada?».
Mientras hablaba, guió suavemente a Corrine hacia un sofá.
Evelyn se comportaba como alguien que había sido educado con refinamiento. Incluso en su vejez, había una chispa en ella. La elegancia le salía de forma natural y la llevaba como una segunda piel.
Una vez sentada, irradiaba una mezcla de ternura y autoridad.
.
.
.