El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 15
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Capítulo 15:
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«¿No has discernido ya mis intenciones?». Sus ojos oscuros se mantuvieron firmes, brillando con profundidades ocultas.
«Mi abuela me enseñó que perseguir a una mujer requiere total sinceridad, humildad, iniciativa, consideración y un compromiso inquebrantable. Verás mis otras cualidades en el futuro, pero seguro que ya te has fijado en mi iniciativa, ¿verdad?».
Corrine enarcó involuntariamente una ceja. Su sincera confesión la dejó sin palabras.
«Sr. Hopkins, ¿por qué esta repentina declaración?» La mirada de Corrine se desvió mientras intentaba fingir ignorancia.
La perspectiva de tratar con Nate o embarcarse en una nueva relación le parecía abrumadora. Al fin y al cabo, acababan de conocerse.
«Tienes que ver cómo te adora mi abuela», insistió Nate, con su intensa mirada cargada de significado tácito.
«Más importante aún, la admiro profundamente, Srta. Holland.»
Su franqueza eliminaba cualquier posibilidad de fingimiento.
Sus miradas se cruzaron inesperadamente, haciendo que el corazón de Corrine se agitara. Una extraña sensación le picó en los ojos, obligándola a apartar la mirada.
«Debo ser franco, Sr. Hopkins. Su decisión parece prematura. Apenas nos conocemos y no estoy listo para una relación».
Aunque desconocía el carácter de Nate, comprendía cómo el orgullo masculino solía erizarse ante el rechazo.
«¿En qué consiste conocer bien a alguien?» preguntó Nate, sin apartar su penetrante mirada. Sus ojos oscuros tenían un brillo depredador, como si ella fuera una presa que se negaba a soltar.
Corrine se quedó muda y los recuerdos la invadieron. Había pasado tres años al lado de Bruce, volcando su corazón en apoyarle en cada desafío. Había ayudado a rescatar al Grupo Ashton de la quiebra y había visto con orgullo cómo ascendía hasta convertirse en una de las jóvenes élites más codiciadas de Lyhaton.
Había creído, con cada fibra de su ser, que nadie le comprendía mejor que ella. Sin embargo, toda esa devoción sólo le había valido una rápida traición.
«Las apariencias externas a menudo nos engañan», la rica voz de Nate fluyó a través del silencio.
«Lo que se ve a simple vista rara vez cuenta toda la historia, pero la intuición -ese conocimiento interior- a menudo nos guía hacia la verdad. Por eso confío en la mía».
Una suave carcajada escapó de los labios de Corrine.
«Aprecio la sabiduría de ver con el corazón más que con los ojos, pero ¿no deberíamos empezar por lo fundamental? ¿Comprender los hábitos diarios de alguien, sus preferencias, las pequeñas cosas que le hacen ser quien es?».
La expresión de Nate se suavizó en una suave sonrisa que contenía tanto compromiso como resignación.
«Cada uno vemos el mundo a través de nuestra propia lente. No espero que compartas mi perspectiva. Simplemente quiero que entiendas que perseguirte es sólo mi elección. No tienes por qué sentirte agobiada por ello».
Corrine soltó un suspiro de cansancio.
«Sr. Hopkins, lo siento, pero ahora mismo no estoy abierta a posibilidades románticas».
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