El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1480
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1480:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La voz de Jules se escuchó a través del receptor, baja y sin prisa. «¿Estás en la empresa?».
«Sí», respondió ella con frialdad. «¿Por qué?».
«Te lo explicaré cuando te vea», dijo él, y colgó antes de que ella pudiera insistir.
Guardó el teléfono y volvió al trabajo, sumergiéndose en hojas de cálculo y documentos hasta que Jules entró en la oficina.
Se detuvo a unos pasos de su escritorio y la observó durante un momento con cierta incredulidad. «Nunca entenderé por qué te matas a trabajar cuando podrías estar disfrutando de una vida cómoda como heredera de Ford».
Con el imperio Ford a sus espaldas, Corrine tenía todas las razones para dejarse llevar por la vida, viviendo de la riqueza y el prestigio de su familia. Sin embargo, allí estaba, sumergida en el trabajo, persiguiendo resultados que no dependían de su origen.
Cerró el archivo que tenía delante y esbozó una leve sonrisa cómplice. —No me siento cómoda viviendo de la fortuna de mi familia.
—Si yo estuviera en gracia de mi abuelo, no movería un dedo —murmuró Jules, dejándose caer en el sofá como un príncipe aburrido. Se recostó perezosamente en el respaldo—. Hay avances en el laboratorio. ¿Quieres echar un vistazo?
Corrine se detuvo.
En el pasado, habría aceptado las pruebas sin pensarlo dos veces, no porque fuera imprudente, sino porque había aceptado su condición.
Los médicos le habían dicho que no viviría más allá de los dieciocho años. Desde entonces, cada día le parecía un regalo prestado, una frágil prórroga del destino.
Por eso, nunca había temido los efectos secundarios ni las complicaciones. Cada mañana era ya más de lo que le habían prometido.
Pero las cosas habían cambiado.
Ahora anhelaba curarse, tener más tiempo, pero el miedo se enroscaba en su pecho. ¿Y si el tratamiento salía mal? ¿Y si nunca volvía a abrir los ojos? ¿Qué sería de Nate?
Jules debió de percibir la confusión en su silencio. No dijo nada más y optó por sentarse a su lado en medio del pesado silencio.
Entendía su miedo. Su última reacción al medicamento los había conmocionado a ambos. Ese recuerdo no se había desvanecido.
Seguía rezando por un avance, por algo que suprimiera las toxinas que la estaban consumiendo, pero ¿a qué precio?
Pasaron varios minutos antes de que Corrine finalmente hablara, con voz firme pero baja. «Vamos».
.
.
.
Nota de Tac-K: Lindo día mièrcoles amadas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (˵ •̀ ᴗ – ˵ ) ✧
.