El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1410
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Capítulo 1410:
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De vuelta en Lyhaton, Corrine solo tenía una cosa en mente: Nate. Se preguntaba cómo estaría recuperándose. ¿Habría perdido peso? ¿Se estaría cuidando?
Pero Kinsley había viajado hasta allí y dejarla plantada ahora no le parecía bien.
Así que Corrine reprimió su creciente expectación.
Aun así, trazó un plan en silencio: después de cenar, se dirigiría al Brighton Group y le haría una visita sorpresa a Nate, aunque Mandy ya le hubiera contado que había vuelto.
Cuando llegaron al aparcamiento, Mandy se apresuró a acercarse a ella y se inclinó hacia ella. —Señorita Holland, el señor Hopkins la espera en la zona B.
Una brillante sonrisa iluminó el rostro de Corrine. —¿Está aquí?
Mandy asintió con una suave sonrisa en los labios. —Llegó hace unos diez minutos.
Eso significaba que Nate había estado allí, esperando, dándole tiempo para reunirse con sus amigos antes de aparecer.
Más adelante, Vulture había estado observando en silencio a Corrine. No podía oír su conversación con Mandy, pero el repentino brillo en su rostro le dijo todo lo que necesitaba saber: se trataba de Nate.
Corrine había parecido distante y distraída desde su regreso, pero ahora prácticamente irradiaba emoción.
Vulture soltó una leve burla.
A su lado, Kinsley notó que su expresión cambiaba. Un dolor sordo le oprimía el pecho.
Respiró hondo, disimuló su reacción con una sonrisa burlona y preguntó: —Nunca le has dicho a Corrine lo que sientes, ¿verdad?
Vulture se quedó paralizado por un instante y luego apartó la mirada, con los ojos distantes. —Hay cosas que es mejor no decir.
Aunque Corrine no estuviera con Nate, probablemente seguiría sin decírselo.
Sabía cuál era su lugar en la vida de ella: solo un amigo.
Y una vez que sentimientos como los suyos salían a la luz, podían arruinarlo todo.
—¿De verdad te parece bien? —insistió Kinsley, ahora con un tono más suave.
—La verdad es que no. No quiero seguir siendo solo un amigo. Pero prefiero estar en su vida como algo a no estar en absoluto.
En el pasado, quizá habría soltado sus sentimientos sin pensarlo. ¿Pero ahora? La edad, el tiempo y la cautela le habían hecho contenerse.
Ya sabía que Corrine diría que no. Y lo que era peor, podría alejarse de él por completo. Así que prefería quedarse a su lado, en silencio.
Kinsley lo estudió durante un largo momento y luego soltó una risa seca y baja. —Eres sorprendentemente sentimental. Qué cobarde.
Lo dijo con una sonrisa burlona antes de alejarse, dejando a Vulture un poco aturdido.
¿Había dicho algo malo?
Se volvió hacia Lone Ranger, desconcertado. —¿Qué le pasa?
—¿Quieres saberlo? Pregúntaselo tú mismo —respondió Lone Ranger.
—¿Me tomas por tonto? Preguntárselo ahora sería caer en una trampa.
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