El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1292
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1292:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Un sutil cambio se dibujó en el rostro de Corrine. El peso sugerente de sus palabras hizo que frunciera el ceño y que sus delicados rasgos se endurecieran como el hielo. —Entrega al Llanero Solitario y di tus condiciones.
La sonrisa de Jonathan se intensificó, agudizando sus ya llamativos rasgos. Bajó las pestañas brevemente antes de inclinar la cabeza, con una mirada divertida en los ojos. —Así que es por él.
Levantó la mirada de nuevo y la clavó en la de ella con renovado interés. —Te dejaré que te lo lleves… —Su voz se apagó, con un tono inconfundible—. Pero te quiero a ti.
Los ojos oscuros de Corrine brillaron, fríos pero peligrosamente seductores. Sus labios rojos se curvaron en una lenta sonrisa burlona. —¿Desde cuándo los deseos se han convertido en moneda de cambio?
La calma deliberada de su tono solo amplificaba el sarcasmo que había debajo. Con cualquier otra persona, Jonathan habría silenciado tal desafío sin pensarlo dos veces. Pero se trataba de Corrine.
—Quizá deberíamos reconsiderar los términos. —Su voz tenía un tono inconfundible. Le lanzó una mirada de reojo, afilada como una navaja—. O me quedo con Lone Ranger o tu casino cierra. Tú decides.
La expresión de Jonathan se tensó ligeramente. ¿Iba a llegar tan lejos por otro hombre?
¿Podría ser… que se hubiera enamorado de alguien más?
—¿Qué relación tienes con este Lone Ranger?
—Eso no es asunto tuyo. —El tono de Corrine era cortante, su paciencia se agotaba. Miró a Jonathan con determinación inquebrantable—. Solo respóndeme: ¿lo liberarás o no?
Jonathan exhaló lentamente, con una sonrisa burlona en la comisura de los labios. —Querida, los negocios se basan en reglas. Él rompió las mías. Si lo dejo ir, ¿qué mensaje enviaría?
Arqueó una ceja, con voz impregnada de una autoridad tranquila. —Además, él iba a por mí. Liberarlo sería como soltar un tigre en la montaña.
Corrine frunció el ceño mientras asimilaba sus palabras.
Antes de que ella llegara, Vulture solo le había mencionado que Lone Ranger estaba investigando a Jonathan, no que lo habían enviado para eliminarlo. Si el verdadero objetivo era asesinarlo, la situación era mucho más complicada de lo que ella había previsto.
Su mente daba vueltas, sopesando las posibilidades, antes de encontrar la mirada de Jonathan con confianza inquebrantable. —Déjalo ir y te doy mi palabra de que nunca volverá a pisar tu territorio.
Jonathan se rió entre dientes y negó con la cabeza. —Es una oferta tentadora, pero hay una condición. Tú vienes conmigo.
Antes de que terminara de hablar, la pesada puerta se abrió de golpe con un estruendo ensordecedor.
Corrine y Jonathan se giraron instintivamente hacia la entrada.
.
.
.