El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1274
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Capítulo 1274:
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Al fin y al cabo, el conocimiento era poder.
Ante su pregunta, una chispa de diversión brilló en los ojos de Nate. —Porque el nombre de Claude Lowell no es más que una máscara. Es el tercer hijo de la familia Powell, del Continente Independiente.
Corrine lo reconoció y sus labios se curvaron en una sonrisa cómplice.
Nate le tomó la mano. —¿Me acompañas a cenar?
—Déjame avisarle a mi tío primero.
Justo cuando pronunció las palabras, su teléfono vibró. El nombre de Jayden apareció en la pantalla.
Apenas había contestado cuando Nate se inclinó y sus labios capturaron los de ella en un beso lento y deliberado.
Suaves sonidos íntimos llenaron el espacio entre ellos, haciendo que la voz de Jayden al otro lado se agudizara con sospecha. Su tono grave se elevó ligeramente.
—Corrine, ¿dónde estás?
Corrine golpeó el pecho de Nate, con los ojos brillando con una mezcla de desaprobación y frustración.
Cuando Nate finalmente aflojó su agarre, se dio la vuelta, con un destello de diversión en los ojos, y se dirigió hacia el balcón.
—¿Corrine? ¿Me oyes? —La voz de Jayden atravesó el aire.
Corrine volvió a la realidad y se aclaró rápidamente la garganta. —Ahora mismo voy. Colgó, salió de la sala privada y se topó con Jayden, que salía de otra.
Parecía que toda la velada había sido planeada con un único objetivo: emborrachar a Jayden con el pretexto de una celebración. Afortunadamente, había interpretado bien el papel de borracho para evitar sus implacables esfuerzos.
Aun así, el fuerte olor a alcohol permanecía en él como una sombra persistente.
Se acercó a Corrine y sus agudos ojos se fijaron inmediatamente en el rastro de pintalabios en los labios de ella. Frunció el ceño y su expresión se volvió gélida. «¿Dónde has estado? ¿Dónde está Jules? ¿Por qué no está contigo?».
No es que Jayden estuviera demasiado preocupado; había visto a Corrine marcharse con Claude antes. Atrapado por los demás, incapaz de liberarse, solo pudo observar cómo Claude la seguía.
Claude había regresado, pero Corrine había desaparecido. Al ver el estado en el que se encontraba Corrine, las sospechas de Jayden se dispararon. Temía que Claude se hubiera aprovechado de ella.
—No te preocupes, ella no es fácil —dijo Jules con voz burlona desde detrás de ellos. Tanto Corrine como Jayden se volvieron hacia él.
—Te pedí que la cuidaras. ¿Dónde te habías metido? —El tono de Jayden era bajo, casi un susurro, pero sus palabras tenían peso.
Jules levantó una ceja, sin responder.
Él mismo había visto a Nate llevarse a Corrine; no había ninguna amenaza inmediata.
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