El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1267
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Capítulo 1267:
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Al ponerse el sol, un hombre trajeado se acercó a ellos, recortando su silueta contra la luz.
Los rayos dorados hacían brillar su alta y recta figura, y a medida que se acercaba, sus rasgos afilados se hacían más nítidos.
Su rostro era como una obra de arte, de formas perfectas, con unos ojos llamativos que parecían atraer la atención tanto si sonreía como si no.
Al mirarlo, Corrine no pudo evitar pensar en Nate.
Para su sorpresa, el aspecto de este hombre era tan impresionante como el de Nate.
Pero las vibraciones que desprendían eran diferentes.
Cuando Corrine había buscado información sobre Claude, no había encontrado ni una sola foto suya, ni siquiera una sombra de su imagen.
Su aire misterioso era aún más fuerte que el de Nate.
Ahora, al verlo en persona, lo estudió detenidamente, con la mirada llena de curiosidad y cautela.
Al sentir su mirada, Claude levantó los ojos para encontrarse con los de Corrine. Cuando sus miradas se cruzaron, una pequeña y misteriosa sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios.
Al ver que Claude se centraba en Corrine, Jules dio un paso adelante, colocándose entre ellos, listo para protegerla.
Jayden, que estaba al frente, habló primero. —¿Qué te trae por aquí?
Claude volvió la mirada hacia Jayden, con actitud tranquila y serena. —He oído que te han liberado, así que he pensado en organizar una cena para darte la bienvenida y ayudarte a relajarte.
Esa misma mañana, Corrine había mencionado el nombre de Claude. Aunque ella había intentado restarle importancia diciendo que solo se trataba de política de oficina, Jayden sabía que las cosas eran más complicadas.
No se creía que Claude, el que más tenía que ganar, no hubiera participado en la trampa que le habían tendido.
Pero, por ahora, decidió guardarse sus sospechas y actuar con naturalidad. «No hace falta una cena de bienvenida. Si quieres hablar, ven a mi oficina mañana por la mañana», dijo Jayden con voz firme y serena.
Claude no pareció sorprendido por la negativa. Su mirada se desvió brevemente de Jayden hacia Corrine, que estaba protegida por Jules.
Sus ojos eran tranquilos pero penetrantes, y cualquiera que se cruzara con su mirada se sentía un poco incómodo.
Jules se mantuvo firme, devolviéndole la mirada sin pestañear, como un joven lobo protegiendo a su manada.
La sonrisa de Claude no se alteró cuando volvió a mirar a Jayden. —La cena de esta noche la ofrece el Sr. Flores. Dijo que, después de todo lo que ha pasado, es lo menos que puede hacer un superior…
—Mostrar un poco de preocupación por un subordinado. No se preocupe, Sr. Ford, no le quitará tiempo para estar con su familia.
Su voz era suave y controlada, con un ligero tono ronco y perezoso, tranquila pero extrañamente cautivadora.
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