El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1258
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Capítulo 1258:
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Tras colgar, Natasha dudó. La expresión tranquila de Corrine la dejó sin palabras.
Respiró lentamente y habló en tono mesurado. —Vigila la empresa durante los próximos días.
—Sí —respondió Natasha sin dudar.
Corrine salió de la oficina sin demora y se dirigió directamente al centro de entretenimiento.
Las cosas se habían complicado más de lo que esperaba.
Había dado por sentado que sus oponentes esperarían el resultado de la investigación.
En cambio, tenían prisa por destruir a la familia Ford.
Estaba claro: ya daban por perdidos a los Ford.
Su expresión se volvió sombría.
En la entrada de la sala privada, Saul se acercó apresuradamente. —Señorita Holland, ha hablado esta mañana temprano. Tenemos algo.
Corrine tomó el dispositivo de grabación que él le entregó y asintió con la cabeza. —Abre la puerta.
—Ahora mismo.
Dentro, Barry estaba irreconocible. Tras una noche de tormento inducido por las drogas, su aspecto digno e intelectual había desaparecido. Estaba sentado encogido en un rincón del sofá, pálido y aturdido, con la ropa arrugada y el cuerpo tembloroso.
El sonido de unos pasos que se acercaban lo hizo estremecerse. Su expresión cambió. En el instante en que Barry posó los ojos en Corrine, sus pupilas se encogieron y violentos temblores sacudieron su cuerpo. Su voz sonó ronca. «¿Qué quieres de mí?».
Corrine se movió con gracia experta mientras tomaba asiento. Su expresión seguía siendo indescifrable mientras lo miraba. —¿No es esto lo que querías? La familia Ford se está desmoronando.
Barry se mordió el labio, luchando por controlar sus emociones. —¿Qué tiene eso que ver conmigo?
Su voz temblaba. —Tu gente me obligó a confesar anoche. Ya te lo he contado todo. ¿Qué más quieres?
Corrine frunció ligeramente los labios. —¿Me obligasteis a confesar? —repitió, con tono burlón—. ¿Sabes siquiera lo que es la tortura de verdad? Si hubiéramos llegado tan lejos, ¿crees que seguirías aquí sentado, sano y salvo?
Su voz se volvió fría. —La familia Ford lleva años dedicándose a obras benéficas, pero eso no nos hace débiles. Tú elegiste, Barry. Debías saber que habría consecuencias.
Se inclinó ligeramente hacia delante. —Por respeto a Jayden, te ofrezco una última oportunidad. Cuéntamelo todo.
Los ojos de Barry ardían de furia mientras le lanzaba una mirada venenosa. «Ya te lo he contado todo. ¡No puedes sacarme nada más!».
Corrine no respondió. Simplemente pulsó el botón de reproducción y escuchó la confesión grabada de Barry.
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