El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1254
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Capítulo 1254:
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Jayden selló sus labios y el silencio se hizo denso en el aire.
Los años que había pasado navegando por las turbias aguas de la política lo habían vuelto cauteloso, un hombre constantemente rodeado de mentiras y medias verdades. Con el tiempo, la desconfianza se había convertido en su segunda naturaleza.
Cuando Barry se cruzó en su camino, Jayden se quedó desconcertado.
Aunque la familia Ford nunca había interactuado directamente con los estudiantes a los que financiaba, Jayden conocía bien sus detalles.
Quizás fue la lástima que sentía por Barry lo que hizo que Jayden lo valorara más que a los demás asistentes, dándole oportunidades que despertaban la envidia entre sus compañeros.
Durante un viaje de negocios relacionado con un proyecto local de alivio de la pobreza, Jayden había abusado del alcohol.
De vuelta al hotel, algo le había parecido extraño. Lo que no había previsto era que fuera Barry quien le hubiera echado algo en la bebida.
No había participado en ningún negocio turbio con los comerciantes locales, por lo que los rumores de soborno eran infundados.
Después de que Jayden explicara la situación, Corrine se inclinó hacia él y le presionó: «Pero aún no has respondido a mi pregunta anterior».
Esa pregunta parecía pesar mucho sobre Jayden, una pregunta que no se atrevía a responder. Cada vez que intentaba hablar, las palabras le fallaban, dejándolo en un silencio obstinado.
Jules, sintiendo la vacilación de su padre, hizo una pausa antes de soltar: «¿Podría ser Barry tu hijo ilegítimo?».
Las palabras quedaron suspendidas en el aire y, por un momento, la mente de Corrine se quedó en blanco. Abrió los ojos con incredulidad.
Instintivamente, se volvió hacia Jayden, cuyo rostro permanecía impasible, con los labios apretados. El silencio que siguió le pareció antinatural.
Se le encogió el corazón.
En sus recuerdos, Jayden y Chelsea siempre habían sido el paradigma de la armonía, novios desde la infancia cuyo vínculo era evidente para todos. Corrine había sido testigo de la devoción inquebrantable de Chelsea por Jayden. Si él realmente había cruzado una línea tan imperdonable…
Después de lo que pareció una eternidad, Jayden habló, con voz tranquila pero cargada de años de experiencia. —Hace muchos años, me destinaron a una pequeña y desconocida ciudad, y allí fue donde conocí a Barry. En menos de un mes, perdió a sus padres y se quedó huérfano. La familia Pérez, ávida de la herencia, lo echó de casa y lo dejó solo en el mundo.
Corrine y Jules exhalaron al unísono, y la tensión que se había acumulado en sus pechos comenzó a aflojar.
Al menos, Barry no era el hijo ilegítimo de Jayden.
Pasaron otros veinte minutos hablando con Jayden antes de que llegara la hora de irse.
Cuando se levantaron para irse, Corrine dudó y luego se volvió hacia Jayden. —Tío Jayden, si tomo medidas contra Barry, ¿te supondrá algún problema?
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