El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 125
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Capítulo 125:
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«Vencer a un novato no es precisamente divertido».
Moses, echando humo, zarandeó a Zack a sus espaldas antes de girarse para encontrar a Nate de pie cerca, sujetando su casco con una mano, con la mirada distante.
«Nate, ¿qué te tiene tan distraído?»
Nate parpadeó, como si volviera en sí.
«¿No se suponía que iba a llover esta noche?»
«¿Qué? Moisés hizo una pausa, su mirada se desvió hacia el cielo.
«¿Quién sabe? A lo mejor la lluvia no viene después de todo».
Nate se dio la vuelta y se marchó.
Cuando Moses y Zack salieron de los vestuarios, vieron a Nate de pie junto a la ventana, con las manos metidas en los bolsillos y los ojos fijos en el cielo lejano, como ensimismado.
«¿Crees que Nate tiene algo en mente?» musitó Moses.
«¿Por qué si no iba a esperar que lloviera?»
Zack siguió la mirada de Moses, con una sonrisa juguetona en los labios.
«Tal vez… ¿acaba de tener una ruptura?»
«¿Hablas en serio?» se burló Moisés, agitando la mano con desdén.
«Ni siquiera ha tenido una relación. ¿Cómo podría tener una ruptura?»
Además, con la riqueza de Nate, podía tener a la mujer que quisiera con sólo chasquear los dedos. La idea de que se enfrentara a una ruptura parecía absurda.
Zack permaneció en silencio, con una misteriosa sonrisa en la comisura de los labios.
Mientras hablaban, Nate rompió el silencio de repente.
«Está lloviendo».
Moses y Zack intercambiaron una mirada, percibiendo una extraña satisfacción en la voz de Nate. Sus ojos brillaron con picardía. Algo no iba bien.
«¿No notaste nada raro en la finca Celtis?». preguntó Zack, con un tono informal pero teñido de curiosidad.
Moisés se quedó pensativo un momento, frunciendo el ceño.
«¿Qué tiene de raro? Todo iba bien».
Zack chasqueó la lengua, realmente impresionado por la inconsciencia de Moses.
«No tienes ni idea».
Al ver un destello de indignación en la expresión de Moses, Zack continuó.
«Desde que se construyó la finca Celtis, ¿cuándo ha vuelto Nate allí voluntariamente?».
Los ojos de Moisés se abrieron de golpe.
«Espera… ¿estás diciendo que Nate… tiene una amante secreta escondida?». Sus ojos se iluminaron de emoción cuando la idea se apoderó de él.
«De ninguna manera, tengo que ir a ver Celtis Estate esta noche.»
Zack le dio una fuerte palmada en el hombro, con la voz cargada de un toque de advertencia.
«Adelante, hombre. Enviaré flores a tu tumba el año que viene».
Moisés abrió la boca, pero le faltaron las palabras.
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