El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1207
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Capítulo 1207:
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Sus movimientos eran tan fluidos que parecía haberlo hecho cientos de veces antes.
Antes de que nadie tuviera tiempo de reaccionar, las flechas salieron disparadas de las manos de Corrine, cortando el aire con una velocidad feroz, dirigiéndose directamente hacia Rosalie.
Las dos flechas pasaron zumbando junto a la cabeza de Rosalie, clavándose firmemente en el blanco.
Saul y Mandy observaban con asombro, con los ojos brillantes de emoción.
Corrine estaba llena de sorpresas que aún no habían comenzado a descubrir.
Finalmente, la última flecha fue lanzada con precisión letal, dirigiéndose directamente a la manzana que Rosalie tenía en la cabeza.
Incapaz de contener más el miedo, Rosalie cayó de rodillas. En ese preciso instante, la flecha de plumas negras atravesó la manzana roja y se clavó profundamente en el blanco.
Rosalie se quedó pálida, con la mirada perdida, aturdida.
El jugo de la manzana goteaba por la flecha y le caía sobre la cabeza.
Pero en ese momento, su aspecto desaliñado era lo que menos le importaba. El miedo la consumía por completo.
Era el momento más aterrador que había vivido jamás, uno que nunca olvidaría.
Sentía como si estuviera mirando a la muerte a los ojos.
Al ver la expresión aterrorizada de Rosalie, Zack frunció el ceño.
Lo que había pasado hoy era culpa suya, había sido demasiado atrevida para su propio bien.
Corrine dejó caer el arco sobre la mesa con indiferencia y se acercó a Rosalie sin preocuparse por nada.
Se arrodilló sobre una rodilla y levantó suavemente la barbilla de Rosalie con un dedo. —Señorita Liam, entrometerse en los asuntos ajenos es el mayor error que se puede cometer. No espero que me des realmente lo mejor, pero si sigues tergiversando la verdad y causando problemas, te aseguro que esa manzana será tu perdición.
Su voz era suave, pero cada palabra tenía un tono inquietante y tranquilo.
Rosalie miró a Corrine, con los ojos aún nublados por el miedo.
Los labios de Corrine se curvaron en una sonrisa perfecta. Sus dedos acariciaron suavemente la mejilla de Rosalie, colocándole un mechón de pelo detrás de la oreja. —Estoy segura de que no querrás que se repita la experiencia de esta noche. Mi consejo es sencillo: no des por sentado que los demás son tan maliciosos como tú.
Era una clara advertencia a Rosalie para que no hiciera más suposiciones dañinas sobre los vínculos de Corrine con los miembros de la Llama Roja.
También era una amenaza. Si Rosalie ignoraba la advertencia, habría graves consecuencias.
Rosalie miraba a Corrine con la mirada perdida, siguiendo cada uno de sus movimientos.
Finalmente, su mirada se posó en Nate, y fue entonces cuando las lágrimas, llenas de frustración y miedo, comenzaron a brotar libremente.
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