El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1154
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Capítulo 1154:
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Al oír esto, Merrick, uno de los líderes del Consejo de Ancianos, entrecerró los ojos, con una mirada calculadora.
La voz de Merrick tenía peso cuando habló. «La conspiración de la rama de Darrion contra el cabeza de la familia Hopkins no merece piedad. Despojarlos de su riqueza es solo el principio. Borrar sus nombres de los registros familiares es lo mínimo que se puede hacer. Sin embargo…».
Su mirada se posó en Ralph, aguda y calculadora. Distraídamente, pasó el pulgar por el anillo que llevaba.
«Las acciones de Andrómaca han deshonrado a la familia Hopkins, pero no merecen una condena eterna. ¿No es excesivo expulsarla de forma tan pública?».
Aunque sus palabras parecían pedir compasión, en ellas se escondía una punzada. Su mensaje era claro: Ralph era despiadado, un hombre dispuesto a romper los lazos con su propia hija por el honor.
Los allí reunidos no tardaron en captar el significado implícito. Sus ojos brillaron con complicidad. Las expresiones cambiaron, algunas intrigadas, otras recelosas.
Ralph se encontró con la mirada de Merrick, con una expresión indescifrable. Una sombra de reflexión se dibujó en su rostro antes de hablar. Sus labios esbozaron una sonrisa casi imperceptible.
«La familia Hopkins siempre ha defendido tradiciones estrictas», dijo con tono mesurado. «Yo solo sigo esas tradiciones. No me malinterpretéis: quiero a mi hija. El deber de un padre es enseñar a sus hijos. Andrómaca ya no forma parte de esta familia. Su destino está sellado. Pero, como padre, debo asumir las consecuencias».
Exhaló, como si el peso de sus propias palabras se posara sobre él. «A partir de hoy, me retiraré de los asuntos públicos y reflexionaré sobre mis errores. Si surge algún asunto urgente, podéis comunicárselo a Nate».
Ralph se puso en pie, hizo una reverencia cortés y se marchó sin decir nada más.
Merrick lo observó mientras se alejaba, entrecerrando los ojos cuando la figura de Ralph desapareció de su vista.
Ralph estaba dispuesto a sacrificar a su propia hija para preservar la reputación de la familia Hopkins.
Con una sola frase, había separado a Andrómaca de la familia, cortando cualquier posibilidad de represalias.
Para el mundo, parecía que la estaba castigando severamente. En realidad, la estaba protegiendo, apartándola del apellido Hopkins para que ninguno de los enemigos de la familia pudiera vengarse de ella.
La edad solo había hecho a Ralph más calculador.
Pero la verdadera pregunta seguía sin respuesta: ¿entendería Andrómaca el peso de su decisión? ¿Estaría a la altura del precio que él había pagado?
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