El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1147
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1147:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Cuando Ralph vio la postura inflexible de Nate, sus hombros se hundieron bajo el peso de la renuente aceptación. Hizo un sutil gesto con la cabeza al mayordomo, un gesto que lo decía todo sin pronunciar una sola palabra.
Entendiendo la orden silenciosa, el mayordomo se marchó rápidamente y pronto regresó acompañado de un grupo de agentes de policía.
—Por favor, pasen —indicó el mayordomo cortésmente, manteniendo la puerta abierta—. La persona que buscan está dentro.
Un agente, con una fotografía en la mano, se acercó a Ralph con un gesto de respeto. —Sr. Ralph Hopkins, tenemos que llevarla para interrogarla. ¿Está de acuerdo?
La expresión de Ralph permaneció impasible, su mirada se posó en Andrómaca con toda la calidez de una estrella lejana, como si ella no fuera más que una simple desconocida.
—Llévensela —respondió sin vacilar.
Andrómaca abrió los ojos como platos, con una mezcla caótica de miedo y confusión que le contorsionaba el rostro.
Al darse cuenta de la gravedad de su situación, luchó contra el dolor en el hombro y reunió todas sus fuerzas para golpear el brazo de Nate. Liberándose, se derrumbó hacia delante, respirando con grandes y desesperados bocanadas de aire.
Los agentes se acercaron, y uno de ellos se dirigió a ella con tono firme y profesional. —Señorita Andrómaca Hopkins, es sospechosa de actividades fraudulentas. Debe acompañarnos para ser interrogada.
El frío tacto de las esposas rodeó sus muñecas, haciendo que su mente se concentrara de golpe. La cruda realidad de su situación la golpeó como un maremoto que se estrella contra una costa indefensa.
—¡Cómo se atreven a arrestarme sin pruebas concretas! —espetó, intentando sonar desafiante a pesar del temblor de su voz. La confianza bullía en su interior, convencida de que años de meticulosa planificación no habían dejado rastro alguno, ni un hilo del que nadie pudiera tirar.
Miró a los agentes con desdén, segura de que no podían presentar ninguna prueba.
Al principio, los agentes pretendían manejar la situación con cierta moderación por respeto a Ralph. Pero al ver su descarado desafío, una pizca de diversión sarcástica brilló en sus ojos.
—Nuestra investigación revela su participación en transacciones ilegales con moneda virtual, sospecha de fraude y blanqueo de capitales. Hemos obtenido datos verificados de los registros de la bolsa. Como representante legal registrada, está obligada a cooperar con la investigación. Aquí tiene la orden de detención.
El corazón de Andrómaca se hundió al leer los cargos, las palabras se le nublaron mientras un miedo helado se apoderaba de ella.
Apenas un año antes, el Continente Independiente había prohibido las transacciones con moneda virtual. Sin embargo, ella se había burlado de sus declaraciones vacías, convencida de que las autoridades carecían de la valentía necesaria para hacer cumplir la prohibición.
.
.
.