El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1132
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Capítulo 1132:
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Era la hija menor y única de Ralph. Mientras que tres de sus cuatro hermanos eran ambiciosos y mostraron su talento desde pequeños, ella siempre había estado muy unida a Bryant, su segundo hermano, que era tranquilo y normal.
Solía depender completamente de él, incluso cuando dormía.
Pero mientras sus otros hermanos se metían en problemas, Bryant se mantenía al margen.
Al principio, ella pensaba que era solo suerte, pero a medida que fue creciendo, vio su verdadera naturaleza.
La calma y la paciencia de Bryant, a diferencia de los demás, lo convertían en el más peligroso de todos.
Bryant era tan despiadado como Ralph y tan engañoso como su sobrino, Nate. La única razón por la que no había sido blanco de sus ataques durante todos esos años no era porque él tuviera piedad de ella. Era porque no la veía como una amenaza.
Bryant no mostró ira alguna, su voz seguía llena de paciencia. —Andrómaca, ¿de verdad crees que la familia no se ha dado cuenta de lo que has estado haciendo?
Andrómaca permaneció en silencio, mirándolo con recelo.
—Lo sé, y nuestro padre también lo sabe —dijo Bryant, imperturbable ante su cautela.
«Antes no pasó nada, ¿por qué ahora, y precisamente en un día como hoy?».
Andrómaca frunció ligeramente el ceño, pero permaneció en silencio, prefiriendo callar antes que hablar. Bryant parecía el más sencillo, pero su mente funcionaba de una manera que lo convertía en el más difícil de descifrar.
Ella era plenamente consciente de que no tenía ninguna posibilidad contra él.
No decir nada era la opción más segura. Mejor esperar y ver qué pasaba que cometer un error y delatarse.
Bryant le lanzó una mirada casual, con la comisura de los labios ligeramente levantada, como si ya la hubiera calado.
Su rostro seguía siendo impenetrable. No dejó escapar nada. —Es curioso que te hayas metido en problemas justo cuando Nate y sus chicos han vuelto. ¿No es demasiada coincidencia?
El rostro de Andrómaca se transformó ligeramente. —¿Estás diciendo que Nate está moviendo los hilos a mis espaldas?
Bryant soltó una risita ahogada, sin revelar nada más.
Mientras se alejaba, Andrómaca frunció el ceño, con los pensamientos revueltos.
Lo sabía muy bien: Bryant tenía un don para meterse en la cabeza de la gente.
Aun así, sus palabras se le quedaron grabadas, dando vueltas como un eco persistente.
¿Era realmente Nate quien iba tras ella?
La idea apenas tomó forma antes de que la apartara de su mente.
Sabía exactamente cómo actuaba Nate. Si él hubiera orquestado todo esto, su gente no habría tenido tiempo de avisarla. En ese caso, habría corrido la misma suerte que la familia de Darrion.
Pero si Nate no era el responsable, ¿qué intentaba decirle Bryant en realidad?
Andrómaca respiró hondo y apoyó la frente en la palma de la mano. Sus ojos se posaron en el frío suelo de piedra, sin enfocar nada.
Un golpe repentino rompió el silencio.
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