El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1129
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Capítulo 1129:
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Cuando llegaron al Salón de Primavera, la atmósfera seria y digna los impactó de inmediato.
Aunque Ralph había nombrado a Nate como jefe, los demás líderes de la familia seguían considerándolo a él como el responsable.
A medida que resonaban los pasos, todas las miradas se fijaron en la puerta.
Las puertas del salón se abrieron y Ralph apareció con traje formal, con las manos a la espalda, caminando con pasos firmes y deliberados.
Todos se pusieron de pie, mostrándole respeto. —Señor Ralph Hopkins —lo saludaron.
Ralph asintió levemente y avanzó.
Corrine lo siguió, caminando recto, con la mirada fija.
El salón era lo suficientemente espacioso como para albergar una gran reunión.
No solo estaban los jefes de las familias prominentes, sino también miembros de las ramas principales y colaterales del clan Hopkins.
Los asientos estaban dispuestos según el rango, y todos estaban de pie delante de sus sillas, excepto tres que estaban vacías.
Cuando Corrine entró, vio las placas con los nombres que había encima de los asientos.
Decían «Powell» y «Larson».
Mientras ella los observaba, ellos la miraban atentamente.
Anteriormente, con Nate permaneciendo en Lyhaton durante un largo periodo, habían comenzado a circular rumores.
Luego, su audaz decisión de traer a Corrine al Continente Independiente causó un gran revuelo.
Ahora, el hecho de que Ralph la acompañara personalmente a la reunión del gabinete llamó la atención de más de uno.
—Por favor, tomen asiento —dijo Ralph mientras se dirigía a la cabecera de la mesa, echando un vistazo a la sala.
La sala quedó en silencio cuando todos se sentaron.
Corrine tomó asiento junto a Nate, soportando con calma el escrutinio de los demás.
Entre las miradas silenciosas, una destacaba por su intensidad y agudeza.
Levantó la vista y se encontró con los ojos de Andrómaca.
Esta sonrió con aire burlón, con una mirada llena de desafío.
Corrine bajó los ojos, ocultando sus sentimientos.
Ralph rompió el silencio. —Seguro que todos habéis notado a nuestra nueva invitada.
Se volvió hacia Nate. —¿Te importaría presentarla?
Nate se levantó y tomó la mano de Corrine. —Esta es Corrine Holland, mi futura esposa. Sus palabras fueron firmes y claras, causando un impacto inmediato.
La presentación era tanto un anuncio como una advertencia.
Faltar al respeto a Corrine sería faltar al respeto a toda la familia Hopkins.
Todos los ojos se volvieron hacia Corrine, llenos de pensamientos y preguntas encontradas.
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