El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1128
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Capítulo 1128:
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«Eso es otra cuestión», dijo Ralph con sencillez. Era raro que diera una explicación tan directa.
Sus breves palabras le dijeron todo lo que necesitaba saber.
El accidente de coche estaba relacionado con Ralph, pero el atentado contra la vida de Nate en la villa había sido organizado por la familia de Darrion.
Ralph dejó la taza y se levantó lentamente. —Tienes el respaldo de la Llama Roja, pero no subestimes a los demás miembros de la familia Hopkins —dijo—. Por respeto a eso…
A ese viejo amigo mío, déjame darte un consejo. Los que destacan demasiado solo atraen problemas.
Una mirada pensativa cruzó el rostro de Corrine.
Ese viejo amigo otra vez…
Se preguntó quién era esa persona, la que había logrado convertir la fría actitud de Ralph hacia ella en un consejo tan útil.
Estaba tratando de ser amable.
Su instinto le decía que era hora de visitar a la familia Foster.
Incapaz de contenerse, Corrine preguntó: «¿Puedes decirme en qué te recuerdo a ese viejo amigo?».
Estaba segura de que no era una coincidencia que la foto de su madre hubiera aparecido ahora. Tanto Jax como Ralph parecían estar empujándola desde atrás.
Se sentía como un peón en una partida de ajedrez, avanzando sin control, obligada a seguir adelante.
Ralph la observaba atentamente, acariciando ligeramente su taza con los dedos. Su voz, inesperadamente suave, transmitía la calidez de alguien mayor. —Señorita Holland, es usted muy perspicaz. Ya tiene la respuesta. ¿Por qué se molesta en preguntar?
Corrine bajó la mirada, con un destello de frustración en los ojos.
Sabía que no podía ser más lista que Ralph. Sus pequeños planes no significaban nada para él.
—Todo se pone en su sitio con el tiempo. No hay prisa —dijo Ralph enigmáticamente—. Cuando llegue el momento, lo entenderás.
El corazón de Corrine se aceleró.
Aquello confirmaba sutilmente sus vínculos con el Continente Independiente.
Bajó la mirada, perdida en sus pensamientos.
Ralph volvió a hablar. —Se está haciendo tarde. Deberíamos ir al Salón de Primavera y reunirnos con los demás.
La expresión de Corrine cambió inesperadamente.
No había previsto que Ralph quisiera que ella estuviera allí.
El mayordomo los observó mientras se marchaban, con los ojos llenos de pensamientos tácitos.
El hecho de que Ralph llevara a Corrine no era un gesto casual. Significaba que ella tenía un lugar y le ofrecía protección.
Después de haber pasado por muchos momentos turbulentos con Ralph, el mayordomo recuperó rápidamente la compostura.
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