El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1119
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Capítulo 1119:
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«No es solo ella. ¿No te has dado cuenta de que Nate tampoco ha bajado?», murmuró Hawk.
El rostro de Vulture se tensó. Dejó escapar un gruñido de frustración y murmuró: «Qué persona tan desvergonzada».
Era pleno día, ¡pero Nate no podía contenerse y seguía manteniendo a Corrine en la cama!
Karina se quedó callada, observando a Vulture con atención. Su instinto le decía que él sentía algo por Corrine.
Entonces, se oyeron pasos en el piso de arriba.
Todos se volvieron cuando Corrine y Nate bajaron.
—Si no hubieras aparecido, ¡ya me habría ido! —dijo Vulture con orgullo, observando la reacción de Corrine.
Corrine frunció ligeramente el ceño. —¿Ya te vas?
—Sí —respondió Vulture—. Me temo que las cosas podrían empeorar si me quedo más tiempo.
La frontera seguía sumida en el caos.
Los disturbios eran frecuentes y temía que la situación se descontrolara.
Intercambió una mirada significativa con Corrine.
Ella captó inmediatamente lo que quería decir y se volvió hacia Nate. —Tengo que salir un momento.
Corrine y Vulture salieron del salón y se dirigieron al jardín.
—¿Qué querías hablar en privado? —preguntó Corrine, yendo directa al grano.
Vulture sacó su teléfono y se lo mostró. —Mira esto. ¿Reconoces a esta persona?
Corrine bajó la mirada hacia la pantalla brillante.
En el instante en que sus ojos se posaron en la imagen, sus pupilas se encogieron y sintió una punzada en el pecho.
¿Podría ser…? ¿Mamá?
Luchó por controlar la respiración, pero la sorpresa seguía reflejada en sus ojos, quemando su compostura. —¿De dónde has sacado esto?
—Lone Ranger recibió una solicitud anónima hace unos días —explicó Vulture—. El cliente envió esta foto y quiere que investiguemos la conexión entre esta mujer y tú.
Un extraño destello brilló en los ojos de Corrine. —¿Y qué has averiguado?
—Aunque hubiéramos averiguado algo, no se lo diríamos.
Los labios de Vulture esbozaron una media sonrisa, pero su mirada era muy seria. —Red Flame siempre valora la lealtad por encima del beneficio.
Ninguna cantidad de dinero podría hacerles traicionar a Corrine.
Aunque Red Flame prosperaba gracias a sus negocios, ella significaba más para ellos que cualquier contrato.
Corrine reenvió la foto a su propio teléfono antes de devolverle el de él. —¿Puedes rastrear algo sobre el solicitante?
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