El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1093
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Capítulo 1093:
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La expresión de Nate cambió ligeramente. —Adelante, cuéntame.
Jax se rió entre dientes, aunque el sonido carecía de calidez. —Oh, solo son rumores sin fundamento. Si tienes curiosidad, quizá tú y la señorita Holland podrían visitarme para tomar un café.
—Si se presenta la oportunidad, me encantaría visitarte y echar un vistazo a tu famosa colección de jade —dijo Nate.
—Tengo asuntos que atender. Me voy.
Cuando Jax salió de Moonlight Plaza, una inexplicable ola de alivio lo invadió. Después de todos estos años, el joven cabeza de la familia Hopkins se había vuelto aún más formidable. No era de extrañar que hubiera sofocado las luchas internas de la familia por su cuenta cinco años atrás.
—Señor, ¿deberíamos investigar los antecedentes de la señorita Holland? —se atrevió a preguntar el asistente de Jax, estudiando su expresión—. Probablemente provenga de una familia extraordinaria. Podría ser una ventaja para nosotros, pero si…
Jax lo interrumpió con un bufido. —Cuenta con la protección de Nate. Aunque descubrieran algo valioso, la familia Foster no se atrevería a tocar a Corrine.
Respiró hondo, sintiéndose algo cansado mientras se recostaba en el asiento y jugueteaba con las dos nueces que tenía en la mano. —¿Crees que hay personas en este mundo que son exactamente iguales? —Aquella breve visión entre la multitud le había parecido una alucinación.
Pero ahora, después de verla de cerca, una idea descabellada y perturbadora se había arraigado en su mente.
El asistente miró a Jax por el espejo retrovisor, indeciso. —Las coincidencias verdaderas son raras, señor. La mayoría de las cosas en este mundo… están cuidadosamente orquestadas.
—Cuidadosamente orquestadas —repitió Jax, entrecerrando los ojos. Las palabras flotaban en el aire como humo, persistentes e inquebrantables.
Su teléfono vibró, interrumpiendo sus pensamientos.
Al bajar la vista, vio el mensaje en la pantalla: «¿La has visto?». El sencillo texto le provocó un escalofrío en el corazón.
Apretó las nueces con tanta fuerza que se le pusieron blancos los nudillos. Las pupilas le temblaban.
Antes de que pudiera responder, apareció otro mensaje. «Recuerda tu promesa de hace años».
Jax se quedó mirando la pantalla, en silencio. Su mente daba vueltas. Solo cuando la pantalla se apagó parpadeó, volviendo lentamente a la realidad.
—¿Señor? —Su asistente, al notar su palidez, le habló con preocupación.
Jax levantó la vista, con la mirada perdida. Entonces, inesperadamente, se echó a reír. Era un sonido hueco, cómplice. —Todo está destinado a ser así.
Mientras Corrine y Nate se alejaban de Moonlight Plaza, Herbert los observaba, con una sonrisa forzada que apenas se mantenía.
Una vez en el coche, Corrine se volvió hacia Nate. —Herbert no tenía buen aspecto.
—Se lo merecía —respondió Nate sin mostrar ni una pizca de compasión.
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