El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1066
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Capítulo 1066:
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Corrine y Vulture intercambiaron una breve mirada antes de volver su atención hacia él.
Nate permaneció impasible, con una pierna cruzada sobre la otra, irradiando un dominio natural.
—Skullcrushers no aceptará el trabajo —continuó, mirando fijamente a Corrine. Su voz, profunda y pausada, transmitía una certeza innegable.
Corrine esbozó una lenta sonrisa de complicidad.
Hacía tiempo que sospechaba que su prometido tenía sus secretos.
Vulture, sin embargo, se puso rígido. Su garganta se movió y su voz sonó áspera y vacilante. —Tú… tú eres Black Cobra, de los Skullcrushers, ¿verdad?
Durante años, Red Flame había reinado supremo en los bajos fondos, con una influencia sin igual.
Entonces, cinco años atrás, de la nada, los Skullcrushers habían surgido, estableciendo su dominio de la noche a la mañana, sofocando los disturbios fronterizos con brutal eficiencia y reescribiendo las reglas del poder.
En seis meses, la organización había ascendido en las filas, consolidándose como una de las fuerzas más dominantes del inframundo. Red Flame y los Skullcrushers competían constantemente por el primer puesto.
Black Cobra, una figura clave dentro de los Skullcrushers, seguía siendo un enigma a pesar de las numerosas investigaciones. Todos los intentos por desenmascararlo llevaban a callejones sin salida, su identidad era un misterio cuidadosamente tejido.
Debido a esto, se convirtió en una leyenda: temido, intocable y el gobernante indiscutible del inframundo.
Nate no dijo nada en respuesta a la revelación. En cambio, tomó una manzana verde y la peló sin decir palabra. Sin embargo, su silencio lo decía todo para Vulture.
Con un profundo suspiro, se dejó caer en el sofá, invadido por una ola de frustración.
Durante años había librado una guerra contra los Skullcrushers, liderando a sus hombres en innumerables batallas, elaborando estrategias, luchando… solo para descubrir que su mayor adversario se había convertido en uno de los suyos.
¿Qué clase de broma retorcida era esta?
La irritación frunció sus cejas mientras se volvía hacia Corrine, con una expresión indescifrable.
En otro tiempo, se había enorgullecido de ser el líder de Red Flame, pero ahora ese orgullo le parecía vacío, casi ridículo.
Entonces entró el mayordomo privado, llevando una bandeja con bebidas y una selección de frutas frescas.
Sin dudarlo, Vulture cogió un puñado de hielo y lo echó en su vaso antes de beber el alcohol de un trago.
El líquido ardiente le quemó la garganta, pero el escozor fue una distracción bienvenida del caos que se desataba en su mente.
Después de varias rondas de bebidas, Vulture y Hawk, con los brazos sobre los hombros del otro, se tambalearon hacia sus habitaciones.
—No te lo tomes tan mal —dijo Hawk en un intento de consuelo—. Piénsalo: la relación de Corrine con Nate la coloca en pleno campo enemigo. Si jugamos bien nuestras cartas, podríamos aprovechar esto en nuestro beneficio y derribar a los Skullcrushers desde dentro.
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